Hoy en día, la idea de diálogo se utiliza mucho en el contexto de la sociedad, en lo que respecta a la tolerancia y respeto por las diferencias de los otros miembros de la misma.

El diálogo supone el ejercicio de escuchar al otro y conocer su forma de opinión, su pensamiento, sus ideas. El diálogo en las democracias es muy importante. Hay situaciones sociales en las que el diálogo gana un poder preeminente y es realmente útil para resolver problemas: esto es así cuando hablamos de conflictos (armados o no), en los que se hace necesario llegar a un acuerdo.

Es una aberración el monólogo antidemocrático de un innombrable expresidente de la Asamblea Legislativa y magistrado presidente del Tribunal Supremo Electoral, que es uno de los pulmones que oxigenan nuestra incipiente democracia, haciendo llamados a romper el orden constitucional, siendo el voto ciudadano donde reside la voluntad del pueblo. Queramos o no queramos, el pueblo eligió a los actuales diputados mediante el sufragio, debiéndose respetar; la vía democrática de reelegirlos o no, es con nuestro voto igualitario en las próximas elecciones del 2021. Cuando un ciudadano ejerce el derecho constitucional del sufragio, depositando su voto en una urna, cumple con uno de sus máximos deberes, como es el de participar en la vida política, cívica y comunitaria del país.

En cualquier caso de disputa, el problema a resolver siempre llegará a mejores resultados si esa solución se busca a través del diálogo y de la puesta en común de los elementos que la componen. Esto es: “La palabra es mitad de quien la pronuncia, mitad de quien la escucha”.

La comunicación se construye y desarrolla en función del lenguaje, como un requisito natural de este, como una realidad interactiva de cada comunidad y de su tiempo. Desde el fundamento del lenguaje, la comunicación contribuye a uno de los requerimientos más constantes y acelerados del tiempo que vivimos.

La comunicación es el diálogo directo del hombre con el hombre. Es la base de todas nuestras relaciones, el verdadero punto de apoyo de nuestra existencia pensante. La comunicación, como expresión de la inteligencia humana, permea, por tanto, todas las actividades en lo social, en lo político, en lo económico, en lo artístico, en lo científico, entre el pasado y el futuro, de lo individual a lo colectivo. Un diálogo describe a una conversación entre dos o más individuos, que exponen sus ideas o afectos de modo alternativo para intercambiar posturas. En ese sentido, un diálogo es también una discusión o contacto que surge con el propósito de lograr un acuerdo, un compromiso.

Podríamos describir al diálogo como la acción que se da entre dos o más personas y que presume un intercambio de ideas, expresiones, palabras y puntos de vista. El desarrollo no es la ausencia de conflictos, sino el trato civilizado de los mismos. Así que el diálogo que se produzca entre gobierno y empresa privada para generar el desarrollo de un país, ayuda a construir una mejor sociedad.

Asimismo, tampoco hay que olvidar que, a lo largo de la historia, muchos son los escritores que han utilizado el término diálogo para titular unas obras en las que ellos mismos “conversan” con personajes importantes, o con determinados elementos de nuestra vida diaria.

En su uso más habitual, el diálogo es una forma presente tanto en el discurso oral como en el escrito en donde se comunican entre sí dos o más personas. Se trata de un recurso válido y adecuado para intercambiar ideas por cualquier medio, ya sea directo o indirecto. De todas formas, suele hablarse del diálogo como una exposición e intercambio de pensamientos donde se aceptan las posturas del interlocutor y los participantes están dispuestos a modificar sus propios puntos de vista.