El Salvador atraviesa por un periodo difícil, debido que hay ausencia de valores, lo cual ha provocado que exista un ambiente contaminado de violencia, drogadicción, pandillas, libertinaje, corrupción, robos, secuestros, violaciones, misoginia, entre algunas maldades, es decir que una buena parte de las generaciones que nos preceden y las que vienen en curso han estado en contacto directo con todas estas desviaciones que han conducido al país por el rumbo equivocado, lo cual ha dado como resultado que una buena parte de la juventud actual tengan una gran cantidad de contradicciones en sus valores.

Algunos de ellos, les gusta lo fácil, no se complican con las tareas, desprecian el esfuerzo, no les interesa prepararse académicamente para el futuro y han puesto su esperanza en la contra cultura, de modo que su sueño esta vinculado a ser youtuber, un influencer, o estrella de música pop o dedicarse a ser político sin estudios universitarios, lo que importa ahora es ser popular y como las redes sociales le han dado acceso a cualquier persona de expresar ideas, vender productos, promocionarse o promover su cuerpo como una mercancía mas, por esa razón estamos frente a la generación del poco esfuerzo.

De modo que los referentes de esta generación son artistas que no cantan sino que gimen, no tienen talento, pero les sobra vulgaridad, las letras de las canciones además no tener nada positivo, solo evocan el desenfreno sexual y la promiscuidad, el consumo de alcohol y un fuerte mensaje subliminal que conducen a la juventud a una vida libertina de diversión donde las drogas es lo esencial, en el ámbito político se identifican con aquellos funcionarios públicos, irreverentes, mal educados, desobedientes a las leyes, que maldicen a sus adversarios y someten a punta de tiranía a todos los que disienten con sus posturas.

Por eso se ha visto en los últimos días a ciertos jóvenes que aspiran a puestos de función pública, vacíos y sin propuestas, que no saben articular ideas, desconocen la contra argumentación, porque no pusieron atención en ciencias sociales, despreciaron la historia, vieron de menos la lectura y fustigaron al profesor de matemáticas, es decir muchos de estos jóvenes a prendieron a ser irresponsables e irrespetuosos de la autoridad, soberbios e intolerantes, por esa razón ignorantemente privaron de libertad a los empleados del Tribunal Supremo Electoral, únicamente porque no cumplen sus caprichos.

Guiados por los malos líderes de la política salvadoreña que representan la anarquía y la soberbia, es momento que se ponga orden ante la intolerancia y el irrespeto a las leyes. Hay que dar paso a una nueva generación de políticos que sean, éticos, críticos y propositivos, que amen al Señor Jesucristo, a su prójimo a la patria y que le den lo mejor de sus talentos al país, sin andar buscando privilegios y salarios exorbitantes. Políticos que no sean corruptos, ni que tengan doble discurso moral, ni que anuncien demagógicamente que su servicio a la patria es ad-honorem, cuanto se adjudican otras plazas en las cuales cobran salarios como si se tratase de países desarrollados.

En fin, se debe escrutar la vida de todos los aspirantes a puestos de función pública, ya que no deseamos una Asamblea Legislativa sumisa a otros órganos de Estado y compuesta por autómatas que no cuestionarán nada sino que en automático podrían autorizar hasta la venta del territorio salvadoreño o aprobar ilegítimamente una reforma constitucional que cambie el sistema de gobierno o por ejemplo que perpetúen en el poder al presidente actual, de modo que se debe abrir bien los ojos y pensar en legado que dejaremos a las nuevas generaciones por esa razón se debe luchar por defender la República y las libertades, que es lo más preciado que tenemos.