En el ámbito coloquial los hondureños expresan que sus dos grandes aficiones son el futbol y la política; sus ciclos inician con la final de la copa mundial y las elecciones generales, durando cuatro años cada una; emocionándolos con cada evento y circunstancia de éstos. El tema de la Isla Conejo en el Golfo de Fonseca es una cuestión que sale a la luz en momentos coyunturales políticos o sociales del vecino país.

Así tenemos: el 7 de agosto de 2000, Honduras propuso mediante nota diplomática a El Salvador, se iniciará la delimitación en la bahía de la Unión, siendo los únicos ribereños de dicha bahía, periodo pre electoral; 18 de enero de 2002 Honduras presentó un informe al Consejo de Seguridad, de Naciones Unidas, sobre dilatoria injustificada de El Salvador a la ejecución de la sentencia de la Corte Internacional de Justicia de 1992, periodo pre electoral; septiembre de 2013, el asesor hondureño Carlos López Contreras, acusó al Gobierno de El Salvador de utilizar el tema de la Isla Conejo como pretexto para evitar la delimitación que permitiría a Honduras el acceso al océano pacífico, periodo pre electoral; 22 de marzo de 2014 se inauguró un helipuerto en Isla Conejo, por el presidente Juan Orlando Hernández, inicio de periodo presidencial; 24 de octubre de 2012 Honduras presentó un segundo informe al Consejo de Seguridad, sobre dilatoria de El Salvador a la ejecución de la sentencia de 1992, periodo pre electoral; 30 de agosto 2017 reunión de autoridades en Nicaragua, para definir el futuro del Golfo de Fonseca, periodo pre electoral.

Por lo que no es de extrañarse estas situaciones, que dan condimento y sabor a los procesos políticos internos de Honduras, cual tarjeta roja en un super clásico entre el Motagua y el Olimpia.

Ahora bien, el Decreto PCM 111-2021 del 12 de octubre recién pasado, no es el primero, el 15 de mayo de 2012 se emitió el Decreto PCM 014-2012 sobre los municipios que colindan en la frontera terrestre con El Salvador.

El presidente Juan Orlando Hernández, en la conferencia de prensa después de la aprobación decreto, expresó que éste confirmaba la soberanía hondureña en el Golfo de Fonseca, con base a derechos preexistentes, por lo que se abría el Golfo de Fonseca al mundo. Además, declaró que la sentencia establecía la soberanía exclusiva a tres millas náuticas de las costas, al mismo tiempo dijo que la Corte Internacional de Justicia solo determinó que Isla El Tigre, Meanguera y Meanguerita estuvieron en disputa. Por lo que la isla Conejo no estuvo en disputa pues era hondureña, asimismo que era una extensión de tierra firme; es más, que históricamente han ejercido soberanía nacional siempre.

Ante lo anterior, se reconoció que solo una porción del Golfo de Fonseca, formada más allá de las tres millas náuticas de Isla El Tigre, Punta Rosario, Meanguerita y Farallones de Cosigüina, es la única parte en soberanía conjunta en el Golfo de Fonseca. En cuanto a su declaración de la posesión histórica de Isla Conejo, solo es de leer el Detalle del Censo de Población por Departamentos de 1950, publicado por la Secretaria de Estado en el Despacho de Gobernación, Dirección General de Censos y Estadísticas, de la Republica de Honduras, siendo su Director C. Zúñiga Figueroa, al describir el Departamento de Valle en pagina 653 literalmente dice: ““““““ISLAS: Las islas que forman un archipiélago en el Golfo de Fonseca, pertenecen a Honduras; pero actualmente están bajo su soberanía las siguientes: Güegüensi, Zacategrande, El Tigre, Exposición, Violín, Sirena, Matate y Ratón; y los islotes de Pájaros, Garza, Garrobo, Canob, Verde, Coneja, Guitarra, Tortuga, Perejil, La Vaca, Jícaro, Almejas, y las de Inglesera, Comandante y Coyolito. La República de El Salvador detenta desde hace mucho tiempo las islas de Meanguera, Meanguerita, Conchagüita, Martín Pérez, Punta de Zacate, Ica, Perico, Chuchito, Conejo, San Juan Zacatillo, y Camarón.””””””””

Pero será la Presidencia y el Ministerio de Relaciones Exteriores quienes realicen los estudios respectivos y definan la mejor estrategia y política sobre los límites, sin presiones de una agenda electoral o las de algún partido de futbol del vecino país. Mientras tanto, tomemos un chocolate caliente.