Todos los 3 de mayo celebramos el día dedicado a la Libertad de Prensa, establecido por Naciones Unidas desde 1993 con la idea de “fomentar la libertad de prensa en el mundo al reconocer que una prensa libre, pluralista e independiente es un componente esencial de toda sociedad democrática”.

Se trata de un momento de reflexión para evaluar la libertad de prensa a nivel mundial, los ataques que reciben los medios y periodistas sobre su independencia para informar y también para recordar a aquellos comunicadores que han ofrendado su vida en este noble oficio.

Lamentablemente en El Salvador no estamos exentos de esta problemática. Hace dos semanas, un informe de la prestigiosa organización Reporteros sin Fronteras advertía que El Salvador experimentó la segunda mayor caída de Centroamérica (-15), solo superada por la dictadura nicaragüense. Según la organización, las condiciones de trabajo de la prensa se deterioraron mucho en el país en 2018 porque los periodistas padecen a menudo ataques armados, presiones y los políticos suelen tratar de intimidarlos, indica el informe.

Hay mucho que mejorar y exigir en cuanto a este derecho inalienable que es fundamental para una sociedad libre y democrática.