Corre por las redes sociales y en todos los medios un vídeo grabado en 2017 que muestra la brutalidad policial en su máximo. En ese vídeo un policía golpea a patada limpia a una persona que, según se informa, padece de trastornos mentales, el policía lo hace a plena luz del día, frente a otros policías y soldados, incluso frente a gente que pasa cerca, en un cuadro de violencia de los muy recurrentes.

La Policía Nacional Civil tiene ya un historial de reclamos, incluyendo los hechos señalados por la ONU al evidenciarse ejecuciones extrajudiciales y grupos de sicariato dentro de la organización policial. El vídeo conmociona y ha desatado el reclamo inmediato del Presidente de la República, del Fiscal General, y de todo funcionario y personaje que aún tiene capacidad de indignación, lo cual es bueno y además acertado, pero en mi reflexión quiero recordarles que hace un mes esas mismas botas, esa misma organización y ese mismo sentimiento de impunidad nos hizo sentir la Policía y el Ejército convocado a la Asamblea Legislativa para presionar por un préstamo a diputados democráticamente electos, siendo parte de un intento de golpe de Estado.

He visto como el director de la PNC reclama por la violencia de sus subalternos en el caso del vídeo, pero no se definió del mismo modo en aquel 9F cuando sus patrullas, GRP y elementos policiales armados y listos para el apremio se tomaron la Asamblea Legislativa. Ese mismo terror es el que ha vivido este joven, quién sin causa aparente y, aún con algún motivo, no debería ser tratado por la autoridad como se ve en el vídeo, pero la PNC se da baños de pureza ahora sí investigando y pidiendo se identifique al policía agresor.

Les recuerdo que esa misma bota que golpea al pueblo ha tratado de golpear la democracia y al sistema de derecho, también merecido es que se investigue, que se destituya y se hagan cambios para garantizar el respeto a la Constitución dentro de la Policía y el Ejército.

El vídeo grabado desde un celular en Morazán ha servido también para recordarnos el pasado, ese pasado de represión que pareciera estarse creando de nuevo, por mentes que creen que el éxito de un país solo llegará si se instala un dictador, alguien que controle todo y a todos, que use la violencia para callar disidentes o coopte las instituciones para hacerlas funcionar a su favor y bajo su control. El país necesita reflexión y mucha, no la que basta para definir electoralmente las preferencias de la gente, necesitamos una reflexión urgente sobre el rumbo de la nación, un rumbo que exige cumplimiento y respeto de la ley, separación de poderes, diálogo, transparencia, información pública, honestidad, probidad y empatía por todos los pensamientos.

Necesitamos replantearnos para que todo el funcionamiento público realmente dé fruto en beneficio de las personas. No basta solo bajar algunos estadísticos, que si bien alivian, no terminan de dibujar un futuro al que podamos todos sentirnos agregados.

La misma bota que golpea al pueblo es la bota que puede salvarla, todo depende de saber quién y cómo las usa, espero que tanto lo sucedido el 9F como en este vídeo que circula no suceda de nuevo, que las instituciones se apeguen a su función y que hagan su papel en beneficio del ciudadano que mal o bien paga sus impuestos, trabaja de sol a sol y se esfuerza por vivir en una nación que le dignifique y le haga sentir orgulloso.