La ironía es que muchos de los que criticaban una supuesta intervención militar norteamericana ahora callan cómplices ante la descarada intervención militar rusa. Es más, pese a las críticas, Rusia advirtió el jueves que los militares rusos llegados en los últimos días a Venezuela, se quedarán “el tiempo que sea necesario” en el país.
Evidentemente los intereses rusos de preservar al régimen dictatorial de Maduro tienen que ver con sus enormes empréstitos y la búsqueda de controlar las reservas de petróleo en la nación sudamericana. A Rusia no le interesa el Estado de Derecho ni la democracia real, ni en su territorio ni en ninguna otra parte del mundo, eso está claro y por eso prefieren apoyar a Maduro por sobre los deseos de su pueblo, hambriento, necesitado y reprimido.
La comunidad internacional y América Latina en particular, deben seguir demandando la salida de los militares rusos de Venezuela y además, propiciar una salida democrática a la situación en ese país, donde la democracia, los derechos humanos y las libertades, hace rato que fueron suprimidas.