La realidad está sobrepasando el conflicto político que se ha atizado aún más con la pandemia de coronavirus que sufrimos. La pandemia lleva casi cuatro meses afectándonos y la confrontación entre los Órganos de Estado ha sido paralela y a ratos más difícil que el covid19 mismo.

La situación están mostrando que mientras el Ejecutivo insiste en cuarentenas estrictas y el Legislativo eterniza la discusión sobre qué hacer, entonces las alcaldías están actuando, buscando soluciones inmediatas para su gente en la primera línea de batalla.

Ejemplar la labor de la alcaldía de Soyapango que ha mandado a su propio equipo médico a rastrear casos sospechosos y atenderlos. Ejemplar las alcaldías de San Miguel y San Salvador que han tomado medidas sanitarias obligados por las circunstancias. Y otras municipalidades como San José Villanueva y Sonsonate buscan alternativas y asesorías científicas ante las dificultades que enfrentan.

Docenas de alcaldes han tenido que tomar decisiones similares para combatir con sus propias herramientas la pandemia y aunque eso tiene su lado positivo, también muestra los esfuerzos dispares ante la división política que sufrimos a nivel nacional.

El Ejecutivo y la Asamblea Legislativa deberían buscar puentes de entendimiento y acabar con esta crispación política, el diálogo jamás ha dañado a nadie, por el contrario, siempre ha sido el camino de soluciones para los salvadoreños.