La reina Isabel no a todo a dicho que sí al príncipe Harry y Meghan Markle, pese a que dejó que independizaran sus oficinas. Esto es lo que la monarca no les ha permitido.

Ellos buscaban tener su propia "marca filantrópica", separada de la familia real británica y tener así la libertad para elegir sus causas solidarias, sin embargo, hasta ahí no llegó el permiso de la reina.

Los duques de Sussex querían total independencia de las directivas del palacio de Buckingham, pero se les negó tener autonomía para labores humanitarias.

"Querían que su corte fuera totalmente independiente del Palacio de Buckingham, pero se les dijo que no. Hay una estructura institucional que no permite ese tipo de independencia", dijo una fuente real citada por The Sunday Times.

Los futuros padres nombraron como su nueva jefa de comunicaciones a Sara Latham, quien trabajó en la Casa Blanca para Bill Clinton. También fue consejera de Hillary en su campaña presidencial contra Donald Trump, y asistente de el ex primer ministro Tony Blair en 2005.