Justo un día después que una subcomisión legislativa avaló sin mayor reparo las candidaturas de los 75 candidatos a las magistraturas de la Corte de Cuentas de la República (CCR), la Sala de lo Constitucional se encarga de señalar los errores en la elección anterior, como un enorme llamado de atención a los diputados.

La Sala de lo Constitucional señala que la Asamblea Legislativa omitió argumentar por qué las personas electas poseen competencia notoria según el perfil requerido, y omitió documentar la no afiliación partidaria de las abogadas Carmen Elena Rivas Landaverde y María del Carmen Barahona, como presidenta y primera magistrada de la Corte de Cuentas.

Inexplicable es que la Subcomisión legislativa concluyó termina ahora avalando a los 75 candidatos que entrevistó a pesar de que algunos aparecieron con expedientes abiertos en la Fiscalía General de la República y dos aparecen como afiliados a partidos políticos.

El problema recurrente en este tipo de elecciones es el eterno reparto de cuotas partidarias y la elección de los “manejables”, se hacen elecciones sin baremos serios y sin mayores verificaciones de las trayectorias porque muchas veces solo se cumplen procedimientos para luego elegir a quienes ya estaban predeterminados en pactos políticos bajo la mesa. Todo es pues, una puesta en escena.

Por eso instituciones como la Corte de Cuentas siguen como están, sin cumplir las funciones apropiadas y repitiendo los errores interminables de su pasado.