La selección española se enfrentará mañana a Rusia en Moscú en los octavos de final del Mundial. El combinado dirigido por Fernando Hierro se mide a la anfitriona del torneo, un equipo inferior a las cualidades de la Roja, pero que cuenta con el aval de jugar ante su público y con la intención de seguir haciendo historia después de haber superado la fase inicial.

La selección española ha llegado a los octavos de final tras una fase de grupos en la que logró clasificarse como primera de grupo en el último suspiro gracias al VAR.

El partido será la octava vez que la Roja disputa unos octavos de final del Mundial. Una trayectoria a la que llega avalada por un balance prometedor: cinco clasificaciones y dos eliminaciones en las siete ocasiones anteriores, la más reciente cuando superó a Portugal por 1-0 en Sudáfrica 2010.

Por su parte, Rusia, cuyos grandes logros los consiguió con la denominación de la URSS, se ha clasificado para los octavos de final por primera vez desde 1994, algo que intentará aprovechar a partir de mañana.

Los anfitriones apabullaron a Arabia Saudí en el estreno (5-0) y golearon a Egipto en segunda instancia (3-1); sin embargo cayeron con contundencia ante Uruguay en la última jornada (3-0). Una piedra en el camino de los rusos, que buscarán la ‘sorpresa’ ante una España que no sabe lo que es ganar al conjunto ‘local’ en un Mundial.

En caso de rebasar los octavos de final, la selección española se enfrentará en cuartos de final al vencedor del Croacia-Dinamarca. En caso de ser los croatas, la empresa será más complicada, pues el combinado de Zlatko Dalic está siendo una de las grandes sensaciones del torneo. Si fuesen los daneses sería más sencillo, a priori.

Antes de pensar en los cuartos de final, no obstante, España deberá superar primero la prueba de fuego de este domingo contra Rusia.