Lo cierto es que evitar una segunda ola o un rebrote solo depende de nosotros mismos, de nuestro cuidado. Ya sabemos las medidas adecuadas: usar la mascarilla, el distanciamiento social y lavarse las manos o usar alcohol gel. Pero cada vez se ve más gente sin mascarillas y generalmente jóvenes haciendo reuniones bastante concurridas sin la menor protección ante la pandemia.
Los principales responsables ante la pandemia somos nosotros mismos. Ningún gobierno podrá cuidarnos tanto como nosotros mismos. Y si usted cree que no podrá enfermarse, recuerde que tiene seres queridos a los que podrá enfermar si tiene una conducta irresponsable con respecto a la pandemia. Yo tengo que admitir que estoy gratamente sorprendido de la disciplina generalizada de esta sociedad hacia el coronavirus y quizás eso nos ha salvado de tragedias mayores, pero no nos descuidemos. Hay mucho por qué cuidarse.