6)La batalla aún en curso: Ha sido obvio para todos que varias instituciones que integran el Ejecutivo, así como la misma Presidencia de la República no están dispuestos a dar información en su poder, a pesar que el IAIP ha ordenado que deben darla con base en la ley. Debe darse información sobre los viajes del director de Centros Penales, debe darse información sobre los operativos militares que ocurrieron durante la guerra civil, debe darse información sobre el financiamiento de una estancia militar, entre otros. Todos son supuestos establecidos en la LAIP. También existen otros casos sentenciados en los que el IAIP ha impuesto multas relativamente elevadas en contra de funcionarios, como la Ministra de Vivienda por la negativa a dar información o demandas ante los tribunales para exigir la ejecución forzosa de las resoluciones del IAIP, también en contra de varios funcionarios del Ejecutivo.
El IAIP está haciendo su trabajo. Lo está haciendo demasiado bien y con demasiada independencia para el gusto del Ejecutivo, cuyos funcionarios han intentado, de diversas formas, evitar el cumplimiento de las resoluciones y evitar que el IAIP siga conociendo y resolviendo de forma independiente casos que los involucran. Según informó la semana pasada la presidenta del IAIP, algunos comisionados han recibido presiones para resolver en determinada forma en ciertos casos y hasta para hacerla renunciar. En una reciente diligencia que el Pleno del IAIP debía realizar en el Ministerio de la Defensa para comprobar la existencia de información relacionada con violaciones a derechos humanos ocurridos en la Universidad Nacional durante los años del conflicto armado, varios soldados no les permitieron el ingreso y, según informaron los comisionados, fueron objeto de varios actos de intimidación, tanto como para temer por su integridad física, por lo que solicitarán medidas cautelares ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos. Por su parte, la ciudadanía se ha manifestado de diversas formas a favor de los comisionados del IAIP, sobre todo de las cuatro mujeres que con nada más que la ley y la Constitución se enfrentaron a los miembros de las Fuerzas Armadas que no les permitieron llevar a cabo la diligencia.
La guerra por el IAIP todavía no ha terminado y de seguro vamos a presenciar más batallas por intentar controlar este instituto y a sus comisionados. Está pendiente el 4º intento por elegir a los comisionados por el sector de periodistas, así como la elección del comisionado propietario por parte de las universidades. Como ciudadanos debemos estar atentos a estas elecciones, así como a cualquier acto que pretenda limitar la independencia del IAIP cuya función es garantizar el derecho fundamental de acceso a la información, para que sus comisionados puedan seguir ejerciendo de forma valiente el rol de contrapeso que les compete y para que la ciudadanía pueda seguir contando con información que, entre otros usos, nos permita ejercer contraloría del poder, para evitar que nuestro país derive hacia el autoritarismo.