La elección de un nuevo presidente del Instituto de Acceso a la Información Pública (IAIP) abre una nueva etapa para una institución que ha sido clave en la transparencia y el combate contra la corrupción en El Salvador desde su creación.

El desafío para Ricardo José Gómez Guerrero es inmenso para los próximos cinco años. La sociedad salvadoreña es cada vez más exigente con sus funcionarios y el IAIP ha sido un baluarte fundamental de esas demandas de información sobre la vida pública, de las decisiones de los funcionarios y el uso de sus fondos.

Gómez Guerrero, que tuvo una carrera destacada dentro de la Procuraduría para la Defensa de los Derechos Humanos debe saber también que hasta la Sala de lo Constitucional ha elevado a un derecho fundamental el acceso a la información pública, de manera que su misión es ser facilitador para las solicitudes ciudadanas y no protector del secretismo de nadie.

Hasta ahora, la inmensa mayoría de comisionados del IAIP han sido ejemplares en sus labores, han mostrado un compromiso profundo con su labor y su misión, algo que esperamos seguir viendo reflejados en el nuevo presidente y en los comisionados que están por ser elegidos. El acceso a la información pública y la transparencia solo deben mejorar, no retroceder, el país ya ha tenido demasiados problemas con la opacidad como para no volver a cometer esos errores terribles que nos han costado demasiado a los salvadoreños.