Cada 30 de julio se conmemora el “Día Mundial contra la Trata de Personas”, a nivel mundial, los países han detectado y reportado más víctimas, y han condenado a más tratantes. Esto puede ser el resultado de una mayor capacidad para identificar a las víctimas y/o de un mayor número de víctimas de la trata. El aumento del número de víctimas detectadas ha sido más pronunciado en América y Asia. Estos aumentos pueden ser el resultado de una mayor capacidad nacional para detectar, registrar y reportar datos sobre las víctimas de la trata, o de un aumento de la incidencia de la trata, es decir, del aumento del número de víctimas de la trata. El delito de trata de personas en este momento se ha convertido en el segundo negocio más lucrativo del crimen organizado transnacional, abajo del tráfico de drogas, de allí su importancia y actualidad; en El Salvador la ley especial nos establece ya las modalidades en el artículo 5, siendo éstas: servidumbre, explotación sexual, explotación sexual comercial en el sector del turismo, trabajo forzado, esclavitud, mendicidad forzada, embarazo forzado, matrimonio o unión forzada, adopción fraudulenta, tráfico ilegal de órganos y otros, experimentación clínica o farmacológica, comercio de material pornográfico.

Por trata de personas se entiende: la captación, transporte, traslado, acogida o recepción de personas utilizando amenazas, fuerza, rapto, fraude, engaño, abuso de poder o de una situación de vulnerabilidad, pagos u otro beneficio para obtener el consentimiento de una persona que tenga autoridad sobre otra, con el propósito de explotar a un ser humano. La persona explotada puede ser víctima de prostitución u otras formas de explotación sexual, trabajos o servicios forzados, esclavitud, servidumbre o extracción de órganos, como la mendicidad forzada, explotación para perpetrar delitos o participar en conflictos armados.

La campaña “Corazón Azul” que se impulsa a nivel mundial, que está vigente y muy activa en El Salvador, busca reducir la vulnerabilidad de las potenciales víctimas de la trata de personas al facilitar que toda la población conozca, se entere, eduque, participe con mucha proactividad en la prevención de este delito; busca además alentar una participación ciudadana masiva para generar opinión en cuanto al papel que debemos jugar todos en la erradicación de este delito en armonía y coordinación con las autoridades. El icono del corazón azul es el emblema internacional de la lucha contra la trata de personas, pero además representa la desolación de las víctimas, nos recuerda el corazón frío de aquellos que compran y venden seres humanos. El color azul se utiliza además por ser un color que identifica a la ONU, que es una organización mundial que demuestra su compromiso en combatir este delito contra la dignidad humana.

En El Salvador contamos con la asistencia y cooperación de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito-UNODC quienes vienen desarrollando un trabajo de mucho apoyo para erradicar el delito de trata de personas como una forma moderna de esclavitud, violenta los derechos humanos de las personas y degrada su dignidad; ahora nos corresponde a los salvadoreños poder asumir esta conciencia y el impacto que ocasiona a una sociedad, por lo tanto deberíamos participar activamente en las campañas y prevención del delito; una primera y significativa acción es lucir el “corazón azul” como símbolo de apoyo al combate contra la esclavitud del siglo XXI, pero al mismo tiempo incidir en su comunidad y entorno con campañas propias, creativas, participativas y que involucre a diferentes actores de su territorio y de esta manera apoyar con amor a los que carecen de voz propia. Además es mi respetuosa sugerencia que en nuestras redes sociales podamos cambiar en nuestros perfiles la foto por el icono del “corazón azul” al menos el resto del mes de julio. Es posible participar y unirnos.