La violencia contra las mujeres no se puede trivializar y mucho menos volverse un instrumento de bajeza política. El problema es tan profundo en nuestra sociedad que ni siquiera debería estar este tema incluido en el debate público y mucho menos involucrado candidatos. Pero bueno. Ahí cada quién los valores que aprende en su casa.

Hago esa reflexión después de conocer que ayer se condenó en un Tribunal Especializado de Santa Ana aVíctor Alfonso Vides Valle, por el feminicidio en de Ruth Ester Rivas Mojica, una enfermera que trabajaba en el hospital nacional Arturo Morales de Metapán.

Tras seis días de juicio, Vides Valle fue condenado a 26 años de cárcel por el crimen ocurrido el 27 de septiembre de 2018. La enfermera Rivas Mojica sufrió un golpe con el casco de la motocicleta de su victimario, por negarse a tener relaciones sexuales con él. El golpe en la cabeza le causó un trauma craneoencefálico severo y aún así Vides Valle abusó de ella. El tipo la dejó tirada sobre la carretera a la frontera Angüiatú, donde aún la lograron rescatar con vida. Estuvo hasta el 1 de octubre hospitalizada y falleció.

El crimen es impactante, los detalles narrados dentro del juicio son impresionantes y la defensa intentó trivializar el crimen, minimizar los testimonios de los testigos. Menos mal que las pruebas eran suficientes y la condena ha resultado ejemplarizante.