La semana pasada la Fiscalía y la PNC golpearon nuevamente estructuras criminales con capturas de cabecillas y desmontajes de estructuras en donde las operaciones han dejado al descubierto el gran trabajo de investigación técnica científica de los fiscales asignados por medio de los diferentes peritajes dirigidos por la FGR y coordinando a los investigadores especializados de la PNC; siendo estos dos últimos años los más eficientes y efectivos en atacar golpes financieros de las estructuras de crimen organizado.

Este tipo de investigaciones requieren una especialización, y mucha capacidad de compartimentaje de la información, lo cual se ha logrado, al ejecutar las órdenes de capturas de los principales cabecillas, incautación de bienes, dinero en efectivo, inmovilización de cuentas bancarias, intervención de los negocios productos de operaciones de lavado de dinero, vehículos, entre otros.

El delito de la extorsión en El Salvador es el principal problema y amenaza para micros y pequeños empresarios, pero también impacta a la mediana y gran empresa, afectando en términos generales la actividad y funcionamiento económico de las entidades comerciales.

Revisemos algunas cifras en sede policial para ubicarnos en el contexto y las implicaciones de las extorsiones en el siguiente cuadro:

  • *Cantidad de denuncias por el delito de extorsión: durante el año 2015 se registraron 2,241, para el siguiente año 2016 la cifra fue de 2,184, en el 2017 fueron 1,588 y hasta para el año 2018 un registro de 1,628, hubo incremento del año 2017 al 2018.

  • *Cantidad de capturas efectuadas por el delito de extorsión: 2015 fueron 2,376, en el año 2016 se registraron 2,412, al año siguiente 2017 un total de 2,225 y para el año 2018 fueron 2,212

  • *Cantidad de dinero exigido a las víctimas: 2015 fueron $4,212,518.75, para el 2016 un total de $4,073,722.00, durante el 2017 un valor de $2,503,236.65 y hasta julio 2018 un total de $1,340,758.69 haciendo un total en estas cifras de $12,130,286.10


La extorsión sistemática es la más frecuente en nuestro país con un pago periódico mal denominado “renta”, utilizan la amenaza a muerte y acciones de presión; el flujo de efectivo se incrementó a las pandillas MS-13 y Barrio 18, por lo que ya en la presente década comenzaron nuevas modalidades de delitos más complejos como lavado de dinero, comprando diferentes tipos de negocios, convirtiéndose en prestamistas con el dinero logrado de la extorsión, y que a un grupo reducido les permite un lujoso estilo de vida como a sus cabecillas ocultos, pero no olvidando que ha sido la extorsión la palanca financiera que les ha permitido ingresar al sector informal que les brinda múltiples ventajas, ya que el 72% de la actividad económica del país está basada en la informalidad que genera tantos daños y pérdidas al 28% de los que están formalizados, pero también al Estado.

Es de esperarse más golpes financieros y seguirán apareciendo ya no solo negocios en el sector informal, sino sociedades anónimas que pueden tener sus oficinas en zonas exclusivas del país por medio de prestanombres que son empleados de estas estructuras, e inversiones fuera del país y en paraísos fiscales. La estrategia debe incluir golpear sus finanzas, logística, compra de armas y tecnología por medio de inteligencia y contrainteligencia.

Es posible golpear a las estructuras criminales por medio de una Cruzada Nacional de Unidad Anti Extorsión, en armonía y un mismo sentir de diferentes sectores ciudadanos, y el respaldo de la FGR, PNC, ANEP con la facilidad para establecer las denuncias y protección para víctimas y testigos. Se requiere apoyo a presupuestos de ambas Instituciones FGR y PNC ya que está comprobado que cuentan con personal especializado, confiable y comprometidos con El Salvador.

*Tabla propia elaborada por Ricardo Sosa con datos oficiales de la PNC.