Un "numeroso" grupo de policías bolivianos, integrantes del cordón de seguridad en la Casa Grande del Pueblo, la nueva sede de la Presidencia del país, han decidido amotinarse y han abandonado sus posiciones a primera hora de este sábado, según informan los medios nacionales.

"Es motín, no es acuartelamiento", ha declarado uno de los uniformados mientras se replegaba, como parte de una columna, hasta las dependencias de la Unidad Táctica de Operaciones Policiales.

Según los testigos del diario 'El Deber', los cordones de seguridad en los accesos a la Casa Grande del Pueblo han quedado "casi desguarnecidos" y "a merced de las movilizaciones populares" que exigen la renuncia del presidente del país, Evo Morales.