En cinco años los empleados públicos han regalado mayor cantidad de dinero que los diputados a los partidos políticos. Juntos, las plazas que ocupan todos los funcionarios públicos dieron más de $6 millones para el sistema de partidos del país.

El problema, de acuerdo a Acción Ciudadana (AC), autores del estudio, es que los partidos políticos ocupen el Estado para contratar únicamente a militantes, sin que necesariamente tengan los méritos, y obtener fondos a través de ellos.

Los partidos ya reciben fondos estatales a través de la llamada deuda política. Por cada voto reciben una cantidad de $5.27 en 2019.

 

El gran donante de los públicos

Los diputados propietarios y suplentes han donado $2 millones a los partidos políticos durante cinco años, equivalente al 16.6 % de las aportaciones que salen de la bolsa de los empleados o funcionarios estatales.

Entre los diputados que más han donado a los partidos están Norma Guevara, que ha entregado $60,482.49 al FMLN; Lorena Peña, $62,982.94; Santiago Flores, $58,681.34; Manuel Flores, $51,758.

En Gana, aparecen los diputados Lorenzo Rivas, Guadalupe Vásquez, Guillermo Gallegos, entre otros, con cantidades menores.

Los diputados del Parlamento Centroamericano (Parlacen) han aportado $211,768 en el mismo periodo, un 3.3 % del mismo tipo de aportes.

Los ministros y presidentes de instituciones públicas dieron $398,241, un 6.5 %.

La gran proporción del dinero que proviene de los salarios del Estado lo ocupan los empleados contratados por diferentes instituciones del Estado, incluidas alcaldías: $3.4 millones, el 56.7 % de las donaciones que provienen de las personas que trabajan para el sistema público.

El gran donante de los salarios estatales no son los ministros ni los diputados, son los empleados públicos.

 

En la Asamblea

Solo los empleados públicos contratados en la Asamblea Legislativa han aportado $2,543,656.64 a los partidos políticos.

De acuerdo a Eduardo Escobar, de la organización Acción Ciudadana (AC), no debe satanizarse la aportación de cuotas partidarias a los partidos políticos; sin embargo, advierte que el problema es utilizar el Estado para la contratación de empleados con fines de financiarse.

“Se están contratando solo militantes para obtener fondos, ese es el problema, que se utilice patrimonialmente el Estado con esa finalidad”, reflexiona.

 

El gran donador

En El Salvador, el sector privado ha sido el mayor financista de los partidos durante el quinquenio. Ha transferido $54,131,196.07 a los partidos políticos durante cinco años de 66,110 donantes.

Los sectores que más donan a los partidos son el comercio, $9 millones; las actividades inmobiliarias, con $5 millones; la agroindustria, con $4.9 millones; la industria alimentaria, con $3.9 millones y la industria farmacéutica, con $1.7 millones.

Después de estos grandes donantes privados, siguen las empresas dentro de actividades financieras y de seguros, la construcción, la publicidad y estudios de mercado, la industria textil y las industrias básicas de hierro y acero.

Y, en menor cantidad, aparecen empresas de telecomunicaciones, seguridad, informática, agencias de viajes, zonas francas, suministro de agua, tabaco, papel y cartón.

En 2018, las empresas de los sectores de comercio, actividades inmobiliarias y agroindustria concentraron el 64 % de los aportes a los partidos políticos.