Pocos Super Bowls en la historia reciente han lucido tan parejos como se avizora el duelo de mañana entre los 49ers de San Francisco y los Chiefs de Kansas City.

Así que no es raro que el encuentro haya generado tantas expectativas.

El libreto incluye varios condimentos atractivos. Los Chiefs buscan su primer título de la NFL desde 1970, cuando ganaron el cuarto Super Bowl de la historia, en lo que fue el último duelo entre la Liga Americana y la Nacional. Al año siguiente, ambas se fusionaron y se convirtieron en conferencias.

Y Kansas City no había vuelto al Super Bowl, cuyo nombre fue acuñado por su fundador Lamar Hunt.

“Pienso que él estaría asombrado”, consideró su hijo Clark Hunt, quien ahora está al mando en los Chiefs. “Él y mi madre hablaron en realidad de eso en uno de los últimos Super Bowls a los que asistieron juntos, hace unos 15 años. Él dijo: ‘Siempre supe que esto iba a ser algo grande, pero no tanto’”.

San Francisco busca su sexto trofeo Vince Lombardi, con lo que igualaría el récord que comparten Pittsburgh y Nueva Inglaterra. Los 49ers pretenden además ser apenas el segundo equipo de la historia en repuntar de una foja de 4-12 en la campaña previa hasta conquistar el título.

 

En las apuestas

En este sentido Chiefs y 49ers están increíblemente equilibrados. Si alguien sabe de fútbol americano son los profesionales de Las Vegas, que tiene el juego con escasos 1.5 puntos de ventaja para Kansas. Además sus ofensivas presentan duelos muy favorables cuando se emparejan con la defensiva rival, lo que es presagio de un juego muy explosivo.

La apuesta de San Francisco 49ers será la ofensiva de Kyle Shanahan liderada en el terreno de juego por su mariscal de campo Jimmy Garoppolo, quien esta temporada inició los 16 encuentros para los Niners, en los cuales pasó para 3,978 yardas con 27 touchdowns y 13 intercepciones. George Kittle fue su principal objetivo al acumular 1,053 yardas. En el ataque terrestre, San Francisco cuenta con un poderoso tridente entre sus corredores Raheem Mostert, Tevin Coleman y Matt Breida.

La defensa de los de la bahía terminó como la segunda en yardas permitidas y octava en puntos. Los cuatro frontales titulares de los Niners superaron las cinco capturas de quarterback la anterior campaña, siendo Arik Armstead el líder en esa categoría, con 10; el novato Nick Bosa finalizó con nueve en su cuenta.

En el otro extremo, el ataque de Andy Reid presenta a Patrick Mahomes como su más importante jugador, quien a su vez tiene un amplio cuerpo de receptores habilidosos con las manos y las piernas para hacer daño con trayectorias distintas. Entre ellos, se encuentra su tight end Travis Kelce, quien este año lideró al equipo con 1,229 yardas.

Cuando los Niners tengan posesión del balón, se enfrentarán a una defensa que cada vez demuestra más mejorías. Los coordinados por Steve Spagnuolo fueron la defensa número 7 en puntos este año, luego de terminar en el puesto 24 la campaña anterior. Con Frank Clark y Chris Jones en la línea frontal, así como Anthony Hitchens y Tyrann Mathieu, en territorio medio y profundo, respectivamente, los Chiefs intentarán frenar el ataque de Shanahan.