La Fiscalía General de la República presentó al juzgado de Olocuilta, en La Paz, a Henry Alberto Salazar Burgos, de 26 años de edad, a quien acusó formalmente de los delitos de feminicidio agravado y aborto sin consentimiento en perjuicio de su novia, Lilian Méndez, y de su bebé de ocho meses de gestación.



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El fiscal del caso dijo a los medios que después del feminicidio de Méndez, Salazar pidió permiso para ausentarse 11 días en su trabajo y ya no se presentó, motivo por el que perdió su trabajo.

Sobre el hecho, el fiscal general Douglas Meléndez relató que Salazar y Méndez habían sostenido una relación por varios años, pero se distanciaron; el año pasado reestablecieron su relación y producto de ello, Méndez quedó embarazada; Salazar al enterarse le pidió abortar porque que tenía otra relación. Méndez no aceptó y terminaron la relación, sin embargo, habían vuelto a comunicarse y ella le pidió ayuda económica porque tenía un embarazo complicado.



El día que Méndez desapareció, según la Fiscalía, la pareja salió del lugar donde trabajaban juntos con rumbo al sur de San Salvador. El acusado dijo a las autoridades que la dejó en la parada de buses, cerca de la terminal del sur, pero la Fiscalía dice tener un seguimiento con cámaras del Sistema de Emergencias 911 y activaciones de antenas telefónicas, del celular de la víctima, que señalan que Méndez nunca se quedó en la parada de buses y que siempre estuvo acompañada de Salazar Burgos, hasta el lugar donde encontraron el cadáver de la mujer embarazada.