Amnistía Internacional señaló las medidas que al implementarse pueden convertirse en una violación de los mismos./Foto de AI.


Amnistía Internacional hizo una serie de recomendaciones a los Estados de las Américas con el objetivo de garantizar que las respuestas al COVID-19 en estas naciones respete los Derechos Humanos de cada persona. Al mismo tiempo señaló las medidas que al implementarse pueden convertirse en una violación de los mismos.

En el documento, se expone cuatro acciones que deberían emprender los gobiernos y cuatro de las que deberían abstenerse:

Según Amnistía, los Estados no deben discriminar, dejar atrás a los grupos de alto riesgo, usar la represión o la fuerza excesiva para hacer cumplir las medidas de salud pública ni censurar o limitar el acceso a información basada en evidencias y en la prevención.

"Aunque los Estados pueden poner en marcha en condiciones específicas medidas tales como controles de salud o cuarentenas de personas que buscan protección internacional, no deben prohibir a nadie pedir asilo y no deben devolver a nadie a países donde puedan correr peligro", asegura Amnistía en sus recomendaciones.

En cuanto a lo que se debe hacer, Amnistía indicaque, los Estados deben garantizar los derechos laborales y la seguridad social; el acceso a agua limpia y suficiente, saneamiento y atención de salud para toda la población; una respuesta a la pandemia con perspectiva de género; y proteger el derecho de las personas a la privacidad protegiendo la información personal de los pacientes.

“La propagación del COVID-19 en las Américas representa un desafío grave e inédito para una región ya devastada por la violencia, la corrupción, la destrucción medioambiental y la desigualdad económica generalizadas; una región en la que millones de personas siguen huyendo de sus hogares en busca de seguridad. Los gobiernos serán recordados siempre por la forma en que respondan a esta situación. La historia no juzgará con benevolencia a quienes utilicen la pandemia como pretexto para la discriminación, la represión o la censura”, dijo la directora para las Américas de Amnistía Internacional, Erika Guevara.

Para Amnistía Internacional, tras verificar las medidas que han tomado los países ante la amenaza de propagación del coronavirus destaca que además de usar un lenguaje discriminatorio, la administración de Donald Trump ha cerrado en gran medida las fronteras de Estados Unidos con México y Canadá, indicando su intención de volver la espalda a las personas refugiadas y solicitantes de asilo que necesitan protección internacional. Del mismo modo, el gobierno de Justin Trudeau dio la espalda a las personas solicitantes de asilo que intentan entrar en Canadá por la frontera con Estados Unidos.

También en Venezuela, las autoridades del gobierno de Nicolás Maduro han detenido "arbitrariamente" al menos a dos trabajadores de salud pública por denunciar la falta de recursos para gestionar los efectos de la pandemia, detalla el documento.

Por su parte, según Amnistía en Honduras, la administración de Juan Orlando Hernández revocó toda una serie de derechos constitucionales, incluidos los relativos a la libertad de expresión y al debido proceso, en aplicación del estado de excepción declarado el 16 de marzo.