Las estadísticas de la Policía Nacional Civil reflejan que en 57 de los 262 municipios, no ha ocurrido un solo homicidio en lo que va del año, un hecho muy positivo y que debería ser motivo de estudio.

¿Qué ocurre en esos municipios para que no haya el nivel de violencia de otros? El nivel de cohesión social, la ausencia de grupos de pandilleros, el intenso trabajo de las iglesias, alcaldías y comunidades, sin duda influyen. También hay otras realidades como la baja densidad poblacional.

No se trata de municipios ricos. Chalatenango, por ejemplo, tiene 18 de los 57 municipios sin homicidios. Todos corresponden a zonas rurales, productivas, donde los jóvenes se dedican a sus estudios y a colaborar con las tareas del hogar.

En San Salvador solo Rosario de Mora no reporta homicidios, mientras que en La Libertad solo Jicalapa no tienen homicidios. En ambos municipios, el trabajo de las iglesias es muy intenso.

Llama la atención que Apaneca, un reconocido municipio turístico de la Ruta de las Flores, no tiene homicidios. En general, los sitios turísticos del país no sufren tanta violencia y en la zona costera, por ejemplo, vemos jóvenes extranjeros disfrutando la seguridad de las playas y zonas de esparcimiento.

Ojalá que en los próximos años, el número de municipios sin homicidios se multiplique.