Es difícil escribir, en pocas palabras, los cambios que deseamos para El Salvador; sin embargo, todos tenemos una pizca o mucha esperanza que las cosas cambiarán a partir del 1 de junio de 2019.

El presidente electo Nayib Bukele está calibrando la brújula para poder tener una dirección correcta en el próximo quinquenio. Lo primero que está haciendo bien, antes de sentarse en la silla presidencial, es mirar hacia arriba, hacia Estados Unidos, país que ha sido el principal socio comercial de El Salvador y, es bueno que se consolide ese convenio diplomático. Bukele ya presentó en Twitter la carta firmada y sellada por el presidente Donald Trump. El libre comercio debe continuar. Recordemos que el FMLN atacó siempre a Estados Unidos como enemigo acérrimo.

Con respecto a China y otros países, se deben evaluar los pros y contras para un tratado de libre comercio con ese país asiático. Bukele mencionó que no tendrá relaciones con Nicaragua y Venezuela. Esto es un indicador que el próximo gobierno no apoyará dictaduras o presidentes déspotas.

Bukele será el presidente del Ejecutivo y es necesario que, en la Asamblea Legislativa se hagan ajustes como, tener menos diputados o asesores; eliminar viajes innecesarios sería un aliciente. La austeridad también debe aplicarse en los otros órganos del Estado. Los 262 concejos municipales, juzgados y otras entidades del Estado deben de tener el presupuesto óptimo; sin embargo, es necesario que a través de la Ley de Acceso a la Información se esté revisando la debida utilización de los fondos.

Por otra parte, la Ley de Probidad manifiesta: “La presente Ley se aplicará a los funcionarios y empleados públicos establecidos en este cuerpo normativo, permanentes o temporales, remunerados o ad honorem, que ejerzan o hayan ejercido su cargo por elección, nombramiento o contrato emanado de la autoridad competente, que presten servicio en cualquier entidad estatal, autónoma, municipal o sociedades de economía mixta, dentro o fuera del territorio de la República… ”. Más claro no puede cantar el gallo ¿Tenemos leyes que están siendo aplicadas para todos y de igual manera?

Los cambios que deseamos la población son muchos, lo primero es que se apueste por la educación. Se necesita mejorar la calidad educativa, contratar a más maestros para cubrir plazas que hacen falta. Las estadísticas e indicadores ya los conocemos; por lo tanto, se debe tener un plan para poder inyectar más capital a la educación. Mientras más educada esté la población, más desarrollo tendremos.

Con respecto a las pensiones se debe mejorar; además, de evaluar el salario mínimo. La canasta básica aumenta y eso es algo que golpea al bolsillo de la clase trabajadora. No es posible que miles de maestros no desean renunciar porque saben que tendrán una paupérrima pensión ya jubilados.

No se puede dejar ir a intelectuales, a un capital humano que le ha costado graduarse de las universidades. El Gobierno debe buscar alternativas para que exista más inversión extranjera. Se espera que la juventud ya no siga emigrando. Es necesario se apoye más a la agricultura, en especial a la caficultura.

No podemos tener desarrollo si no iniciamos depurando, limpiando o eliminado la corrupción. Si Bukele dijo “El dinero alcanza cuando nadie roba”, es menester de limpiar la lacra corruptiva. Con respecto a la creación de una CICIES, es un punto importante, pero es bueno hacer una inspección con lupa de cómo se encuentra el sistema judicial y otras instituciones, para que no nos fiscalicen desde afuera. No se trata el hecho de tomar los erarios antojadizamente, cada funcionario debe de ser supervisado. El pueblo se cansó de ver a burócratas enriqueciéndose.

Se debe tener mejores hospitales, no solo es de construir, es de equiparlos bien y con personal capacitado. Con respecto al ISSS, fuese bueno que también a los padres de familia de hijos cotizantes se pudiera incorporar como beneficiarios.

Queremos seguridad, certidumbre jurídica, erradicación del narcotráfico, queremos a ministros probos y capacitados para ejercer sus cargos. Cada gobierno ha hecho su trabajo; empero, se necesitan cambios o una reingeniería en muchos sectores para poder tener un mejor panorama en lo político, económico, social y cultural en El Salvador. P.D. Es recomendable que el Lic. José Napoleón Duarte Durán continúe como ministro de Turismo.