El cuadro empieza a rayarse para las elecciones legislativas y municipales de febrero de 2021. El Tribunal Supremo Electoral ha informado que casi 300 mil nuevos votantes formarán parte del padrón electoral que ya suma 5.8 millones de ciudadanos.

Después de las elecciones internas de los partidos han empezado a aparecer los candidatos a diputados y alcaldes de los 262 municipios del país.

Entre los candidatos hay una variopinta cantidad de personas con diversos antecedentes. Desde personas con un pasado bastante cuestionable en la vida política criolla hasta jóvenes inexpertos idealistas que parecen haber incursionado en política con deseos de cambio y renovación.

Durante años, la ciudadanía se ha quejado del desempeño de los diputados y de la Asamblea Legislativa, los abusos con los viajes y los asesores. Pero lamentablemente, cada elección trianual se termina eligiendo a personas con similares comportamientos. El desafío para los votantes es precisamente no cometer esos mismos errores una vez más.

Los votantes no deberían reelegir o elegir por primera vez a personajes con un pasado político cuestionable. Lo ideal sería elegir personas con la preparación académica y con trayectorias personal y profesional intachables, más allá de meras banderas partidarias, se necesitan diputados y alcaldes ejemplares que no sigan cometiendo los errores que hasta ahora se han visto.

Eso solo depende de una ciudadanía bien informada y que use el discernimiento y la sensatez a la hora de elegir.