Recuperar los niveles de ventas previos a la pandemia del nuevo coronavirus, le tomará a El Salvador cerca de dos años, según revelaba un estudio por Central American Business Intelligence (CABI) y publicado en nuestra edición de ayer.

El pronóstico es un reflejo de las consecuencias de la pandemia. Si recuperar el nivel de ventas tomará dos años, entonces también significa que el consumo estará deprimido por la falta de empleos, por falta de inversiones y por la misma incertidumbre que genera la pandemia.

Si el país sigue cerrando la actividad económica, las posibilidades de recuperación son más lentas y el cierre de empresas y la pérdida de empleos puede ser una probabilidad aún mayor. La Cámara de Comercio advertía también que un alto porcentaje de negocios no podría reactivarse tras casi tres meses de la cuarentena. Las secuelas del paro incluso podría ser mayor debido a que el retorno es gradual y podría retrasarse si existe incremento de casos de Covid-19.

A eso hay que sumarle la crisis mundial, la caída de remesas y un proceso complejo que nos afectará todo este tiempo.

De manera que se necesitan estrategias inteligentes que conjuntamente busquen cuidar la salud de la población y rescatar la economía. Los recursos del país no son infinitos, no podemos estar en cuarentenas interminables y necesitamos recuperar la productividad para generar ingresos y recaudación fiscal que pague las enormes inversiones hechas para atender la pandemia.