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¿Cómo un país pequeño como Croacia, económicamente frágil, puede producir tantos campeones en disciplinas tan variadas? Talento, pasión, esfuerzo, patriotismo e instalaciones deportivas en los patios de las escuelas son las razones enumeradas por muchos al hablar de este fenómeno.

El domingo, Croacia dará un paso más allá al disputar la primera final del Mundial de fútbol de su historia, ante Francia, frente a la que puede convertirse en el país más pequeño desde Uruguay en 1950 en conquistar el gran torneo.

Los futbolistas son un ejemplo más de la increíble desproporción entre la potencia deportiva de este país desde el final de su guerra de independencia (1995) y su población de 4,2 millones de habitantes, aunque es cierto que esa cantidad se eleva si se tiene en cuenta la importante diáspora nacional.

En el balonmano, Croacia ha sido dos veces campeona olímpica y una vez campeona mundial. Su selección de waterpolo fue oro olímpico en 2012 y plata en 2016. En el básquet brilla menos actualmente, pero ha producido dos leyendas del deporte, Toni Kukoc y el difunto Drazen Petrovic.

- Sacrificio familiar -


Las disciplinas colectivas reinan en el panorama croata, porque son menos caras de practicar, destacan los analistas.

Pero en los deportes individuales también hay ejemplos destacados: la saltadora de altura Blanka Vlasic (34 años) fue cuatro veces campeona del mundo -dos al aire libre, dos en sala- y los tenistas Goran Ivanisevic (46 años) y Marin Cilic (29 años) ganaron cada uno un torneo del Grand Slam.

Este éxito se explica a menudo por la combinación de talento con el sacrificio familiar, que a menudo se pone al servicio de la carrera deportiva de las jóvenes promesas, como ocurrió con los Kostelic, Janica e Ivica, de 36 y 38 años, que se convirtieron en campeones del esquí alpino en un país sin alta montaña.

"No hay un secreto especial para el éxito croata. Únicamente amor sincero y pasión por lo que haces", dice a la AFP Janica Kostelic, cuatro veces campeona olímpica y cinco veces mundial. ¿Cuál es el ingrediente principal, según ella? "La perseverancia".

Necesitó sin duda una alta dosis de perseverancia el gimnasta Tin Srbic, de 21 años, que se proclamó campeón de barra fija el año pasado y que se entrena en una sala construida hace más de un siglo. La campeona mundial de lanzamiento de disco, Sandra Perkovic, de 28 años, construyó su éxito en un sistema de preparación estructurado.

Ivica Tucak, de 48 años y seleccionador de waterpolo, explica que su país vivió una explosión de patriotismo después de la guerra.

"No hay dinero, no hay grandes patrocinadores, nada de eso. Sólo amor al escudo, amor a la patria. Eso es un fenómeno de verdad", afirmó.

"Es una lucha por la supervivencia. Así lo explicaría", estima el exjugador de balonmano Slavko Goluza, de 46 años, que conquistó uno de sus títulos olímpicos un año después del final de la guerra entre croatas y fuerzas serbias.

- "El deporte en la sangre" -


"Trabajamos en condiciones muy difíciles, sin auténticas infraestructuras deportivas, ya sea en fútbol o en balonmano", subraya. "Y pese a ello estamos entre los mejores del mundo. Tenemos un amor inmenso por el deporte, lo que asociado a fuertes emociones produce cosas muy bellas", señala.

En palabras al Frankfurter Allgemeine Zeitung, el futbolista convertido en nuevo entrenador del Bayern de Múnich Niko Kovac, de 46 años, confirma la importancia que supone llegar a vestir la camiseta nacional de cuadros blancos y rojos.

Los croatas "llevan el deporte en la sangre" y les gusta "medirse a los demás", afirmó Kovac, que también admite que para algunos "es una forma de ganarse la vida o de encontrar la manera de emigrar".

"Las infraestructuras no pueden compararse a las que se ven en Alemania", añade Kovac, nacido en Berlín. Pero sin embargo, "el deporte escolar es todavía una prioridad" en Croacia.

"Puede que no haya infraestructuras modernas, pero hay canastas de baloncesto en cada patio de colegio, pequeños terrenos de fútbol o de balonmano por todas partes", subraya.