Los que históricamente han utilizado los instrumentos políticos que han podido para lograr proyectar sus intereses económicos desde el Estado y hacia él, y utilizar los resortes del poder en beneficio exclusivo de tales intereses económicos, siempre fueron muy eficaces en utilizar figuras retóricas y hasta sofistas para encubrir y camuflar tales intenciones bajo la apariencia de luchas nacionalistas, defensa de la “patria”, defensa de las libertades, adalides del “anticomunismo cuasi satánico”, lemas ultranacionalistas de “primero El Salvador…décimo El Salvador”, y un largo etcétera, todo para esconder las verdaderas intenciones de corte oligárquico, cuales eran las de hacer prevalecer sus intereses económicos utilizando los resortes y la institucionalidad del Estado. Los gobernantes del momento, pues simples empleados de turno. Muchos que viven de las apariencias, muchos que prefieren vivir en el “mi beneficio” el momento con mis negocios y hasta muchos que consideran que sólo necesitan tener cierta libertad para hacer dinero, aunque haya un ejército de pobres a su alrededor, todos ellos se “tragaron la píldora”, y apoyaron las “luchas” de las tiendas de los intereses oligárquicos, esos que no tienen alma y cuyo Dios es solamente la ganancia de dinero. Tanto es cierto lo que digo, que se hacen llamar “nacionalistas”, pero la mayoría de su capital lo tienen invertido fuera del país, ya sea regionalizado o transnacionalizado, pero no en el país, y se dan golpes de pecho, y hacen que coreen y griten a todo pulmón sus empleados himnos “ultranacionalistas y anticomunistas” -como ese desfasado y anacrónico himno de la guerra fría de Arena-, cuando el significado que ellos le dan al mentado nacionalismo es el de ser una marca de marketing con poco o ningún significado material y que hoy, que la gente ha despertado y ha tomado conciencia de las cosas, está a punto de llevarse de encuentro a esa tienda partidaria que tienen llamada Arena.

Así pues el pobre partido casi cadáver de Arena se debate en forma existencial en relación al factor “Nayib Bukele”, y lo hace en forma errática, pues por un lado un grupo de sus diputados ha establecido una oposición tozuda, obsecada y reaccionaria frente a las propuestas del Ejecutivo, y a pesar de darse cuenta que la población entiende y se da cuenta de sus argucias y componendas –como el evidente quid pro quo en relación a la elección del Procurador de Derechos Humanos versus la elección del Fiscal General en su momento–, no logran entender el signo de los tiempos y están llegando al punto de poner en posición a su partido de ser uno de los enemigos públicos número uno de la población, quizá pensando en clave de lógica política inversa que eso les va a dar réditos electorales de alguna forma, o sea dicho en corto, la lectura del mundo político “al revés”. Pero allá ellos, a mí total, me alegraría que en las próximas elecciones pasaran a la historia, pero no así porque sí, sino como el mayor y más grande partido corrupto de la historia de este país, condenado a su absoluta desaparición, y que nunca, pero que nunca debe volver al ejercicio del poder en este país.

Pero bien así las cosas, y por si no tuvieran ya de por sí suficientes problemas los areneros, ahora se les suma el “factor Quijano”, pues la crisis de credibilidad que este diputado tiene, ya le está haciendo “aguas” escandalosamente al partido Arena, pues si llegaran a ser ciertas las imputaciones que se le hacen de haber ofrecido dinero a las pandillas a cambio de apoyos políticos, ello sería el acabose de la ya bien maltrecha credibilidad que aún pudiera tener ese partido frente a la población, pues de comprobarse que tales negociaciones fueron ciertas -como todo parece apuntar que así fue-, nadie, absolutamente nadie en la campaña electoral les va a creer un ápice de lo que prometan u ofrezcan, así sea que laven chalecos con detergente, lejía, gasolina o lo que sea, nadie, absolutamente nadie les va a creer nada de nada. Si en algo les interesa su partido y el país, y si en algo quieran que sus argumentos puedan ser tomados como serios, hace rato deberían haber separado y se deberían haber desligado del diputado Quijano y que éste enfrente a la Justicia como se debe, sólo y desvinculado de su casi cadáver partido. Pero como los cálculos políticos a saber quién los asesora, sigan cavando su propia tumba. Pero como de ser parejos se trata, en mi otro artículo hablaré del otro casi-cadáver político: el FMLN…