Una mujer visita un hospital con un niño en Wuhan, en la provincia central de Hubei, China, el 13 de marzo de 2020./AFP.


Los niños se ven menos afectados por el nuevo coronavirus por motivos todavía desconocidos por los científicos, pero eso no quita que se contagien y que sean vectores de la enfermedad, lo que explica el cierre de las escuelas en varios países.

Desde el brote de la epidemia a finales de diciembre en la ciudad de Wuhan (China), apenas se han registrado casos de niños infectados con el coronavirus.

Según un informe de la misión conjunta China-OMS publicado a finales de febrero, únicamente 2,4% de los más de 75.000 casos confirmados hasta entonces en China correspondía a menores de 18 años.

Y solo 2,5% de ese total había desarrollado una forma grave de la enfermedad y 0,2% una forma crítica.

"No parece que se pongan muy enfermos ni que mueran" debido al COVID-19, resumió Justin Lessler, epidemiólogo de la Universidad Johns Hopkins, en Estados Unidos. Pero "sabemos que los niños se contagian", aseguró a la AFP.

Los niños "son tan susceptibles de contagiarse como los adultos", corrobora un estudio en el que Lessler participó sobre la situación en Shenzhen (China), un trabajo no sometido al proceso habitual de revisión por parte de otros colegas ("peer-to-peer").

Sin embargo, en otro estudio publicado el viernes en Nature Medicine, los investigadores establecieron que entre casi 4.000 personas que habían estado en contacto con un enfermo, 3,5% de los adultos se había contagiado, pero solo 1,1% de los niños.

Y sobre los 10 niños que dieron positivo, con pocos síntomas, el virus fue hallado en muestras fecales incluso después de su desaparición por vía aérea, lo que les llevó a plantearse la "posibilidad de una transmisión oral-fecal".

- Un sistema inmunitario robusto -
¿Pero por qué los niños no figuran en las estadísticas?

Incluso si están contagiados, "los niños se encuentran bien y no van al hospital, por lo que no se someten al test", explicó a la AFP Sharon Nachman, profesora de la Escuela de Medicina Renaissance del hospital infantil Stony Brooks, cerca de Nueva York.

Los motivos por los cuales los más pequeños solo manifiestan síntomas ligeros no están por ahora claros, pero los expertos barajan varias hipótesis.

"Para ellos, toda infección es una infección nueva. Están en contacto con tantas enfermedades durante sus primeros años de vida que su sistema inmunitario es robusto y responde bien a este nuevo virus", asegura Nachman, especialista en infecciones pediátricas.

Pero esta experta también subraya que la ausencia actual de casos graves "no significa que no vayan a darse nunca".

"No está muy claro, pero en mi opinión, (los síntomas ligeros) están relacionados con la biología fundamental del virus y los tipos de células que infecta", explica por su parte Ian Jones, profesor de virología de la universidad británica de Reading.

En cualquier caso, los niños contaminados pero que no están enfermos "no se van a autoconfinar (...) con lo cual el riesgo de que propaguen el virus es mayor", indica a la AFP.