Tomás Regalado, presidente de Fundemas


La agenda que plantean los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), un compromiso asumido en 2015 por los países miembro de las Naciones Unidas, es la oportunidad ideal para que El Salvador logre acuerdos de nación que le permitan enfrentar retos como la pobreza o el bajo crecimiento económico, afirma Tomás Regalado Papini, presidente de la Fundación Empresarial para la Acción Social (Fundemas).

Por esta razón, la Fundemas consideró pertinente centrar su Semana de la RSE y la Sostenibilidad en los ODS, y contribuir a tender puentes entre el sector público, privado y sociedad civil para cumplir estas metas en 2030. Sin embargo, señala Regalado, para avanzar en el cumplimiento de esta agenda primero es necesario que que todos los sectores generen confianza, y tengan la voluntad de convertir los compromisos en acciones.

 

¿Por qué Fundemas decide colocar en la agenda la discusión sobre el cumplimiento de los ODS?

Decidimos en Fundemas colocar los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) en la agenda de la Semana de la Responsabilidad Social Empresarial y Sostenibilidad porque es un tema del momento, es un tema crítico a nivel internacional; es un tema que pensamos debe ser compartido a nivel nacional con la mayor parte de la población. En este caso nuestra población directa es la empresa privada de El Salvador, pero siempre invitamos a miembros de la sociedad civil y miembros de Gobierno, local y central. Es un tema (los ODS) de impacto global que será súper importante para todo el mundo en los próximos 15 años, porque es una agenda de largo plazo, una agenda de desarrollo sostenible, desarrollo social, y desarrollo ambiental y económico; que dura del año 2015 - fue lanzado hace dos años - hasta el año 2030. Para nosotros es importantísimo cómo El Salvador puede avanzar lo más posible para cumplir estas metas sociales y ambientales, metas tan importantes como la reducción de la pobreza, del hambre, mejorar el servicio de salud, cambio climático, el tema de agua, competitividad de empresas. Es una agenda muy completa y nos parece en Fundemas crítico poder acelerarla lo más pronto posible.



Al concluir la Semana de la RSE y la Sostenibilidad, ¿qué mensaje esperan dejar entre la empresa privada, la sociedad civil y las autoridades gubernamentales?

El mensaje principal es que los ODS nos dan una agenda global que también puede ser una buena agenda nacional. Es una agenda perfecta sobre la cual se puede construir una agenda de país; así lo vemos. Porque son temas de carácter social, ambiental y económico que tenemos que resolver y trabajar conjuntamente para que el país, así como el mundo, vaya mejorando y reduciendo temas preocupantes como pobreza, el medio ambiente. El mensaje es que hay que trabajar conjuntamente, porque estos problemas son tan grandes y tan complejos, que no es algo que cada uno, independientemente, la sociedad civil, el sector privado y el Gobierno, podemos abordar solos; es imposible. Pero juntos sí podemos. El mensaje y el esfuerzo serán crear esos puentes necesarios entre todos los actores de la sociedad civil, para que ésta pueda pueda ser una buena agenda conjunta, para crear una agenda de país.



¿Considera que la agenda 2030 puede ser ese acuerdo de nación que tanto buscamos?

Sí, definitivamente es algo que puede servir para crear una agenda de país; aunque una agenda de país quizá sería más amplia, pero hay fundamentos acá en los ODS que son básicos, y sí (abordar este año) los ODS yo siento que es una herencia de nuestra Semana (de la RSE) del año pasado (dedicada al diálogo nacional), porque los ODS requieren de diálogo, acercamientos, de trabajo en equipo entre diferentes actores que tradicionalmente o históricamente no necesariamente trabajamos juntos; pero los ODS nos dan esa oportunidad para tener un lenguaje en común, y crear conjuntamente una agenda de país.



Con temas como la polarización, la crisis fiscal, la inseguridad, pareciera que El Salvador tiene un gran reto para cumplir los ODS, ¿cuáles son las bases que debe sentar el país para avanzar en esta agenda?

La primera base es la confianza. Creo que mucha gente lo ha mencionado, pero la confianza no se puede construir de un día para otro, la confianza es algo que requiere de compromisos de los diferentes grupos de interés del país, el uno con el otro. No es un acuerdo momentáneo, que posteriormente se va a cambiar de parecer, la forma de pensar y luego se pueden traicionar esos acuerdos. La confianza no solo es un acto verbal, es un acto donde uno se compromete, donde hay acción. Esa es la base principal, y creo que cada uno de los sectores del país - sociedad civil, Gobierno y empresa privada - necesitamos hacer esos gestos, esas acciones de buena voluntad, para generar esa confianza; para que posteriormente los temas, sean fiscales, sociales, ambientales, se puedan abordar de una forma integral y donde los compromisos se puedan cumplir.



Generalmente se habla de que el Gobierno no inspira confianza, ¿qué podría hacer cada sector de la sociedad, no solo el Gobierno, para demostrar que quiere confiar en el otro y construir una agenda común?

Voy a dar un par de ideas, quizá no exhaustivas. Te voy a dar el ejemplo del sector azucarero, que es el sector que yo conozco porque de ahí vengo. Hace cuatro, cinco años empezamos el proceso de crear una estrategia de sostenibilidad en el sector azucarero, que implicó la creación de un manual de buenas prácticas agrícolas para asegurar que el cultivo de caña se haga de una forma responsable y sostenible, lo cual incluye de seguridad ocupacional de los trabajadores, de trabajar responsablemente con el medio ambiente, con el agua, con las emisiones que hace la industria a la atmósfera. Ese fue un acto que no requirió que el Gobierno se los exigiera, sino que fue un acto voluntario y fue un acercamiento, un paso hacia el Gobierno. Le dijimos al Gobierno, a través de esa acción, “nosotros estamos tomando acciones en un área donde ustedes, por ejemplo el Ministerio de Trabajo, el Ministerio de Medio Ambiente, nos están pidiendo cosas; y ustedes ya no tienen que pedir porque nosotros estamos tomando ese paso hacia ustedes”. Fue un acercamiento y una invitación a crear una agenda conjunta entre el Gobierno y empresa privada. Esa acción generó confianza con diferentes actores, con comunidades, con alcaldías, con ministerios, porque provocó una reacción de otros actores de la sociedad civil y de Gobierno, diciendo “qué interesante, esta industria está tomando un paso hacia mí, hacia mis intereses”. Un ejemplo de Gobierno, entonces, es tomar un paso hacia los intereses de las empresas. A la empresa privada le importa ahorita, por ejemplo, el tema aduanal, el tema de transparencia, de seguridad jurídica. Entonces, qué gestos y acciones concretas puede tomar el Gobierno hacia la empresa privada en esos temas o en otros, para generar esa confianza. Pero tienen que ser acciones concretas, no solo pueden ser palabras, tiene que haber un acto que genere esa confianza en la empresa privada.



Esta Semana de la RSE tendrá más participación del Gobierno, parece una muestra de apertura por parte del sector privado para discutir el tema…

Sí, exacto. Apertura de ambos lados. Creo que los ODS son la plataforma perfecta para que todos los actores de la sociedad estemos hablando un mismo idioma, un mismo lenguaje. A veces lo que queremos decir unos no lo traducimos y viceversa, pero los ODS plantean un lenguaje común y una plataforma donde conversar el mismo idioma y empezar a crear metas conjuntas. Eso me parece genial. Tendremos representantes como el Canciller de la República (Hugo Martínez), Roberto Lorenzana, el secretario Técnico y de Planificación; tendremos a la ministra de Medio Ambiente (Lina Pohl) y eso nos motiva porque nos da la plataforma perfecta para fomentar el diálogo y la articulación para que entendamos de que el futuro del país depende de que trabajemos juntos.

 

En el nombre de la Semana de la RSE han agregado la sostenibilidad, ¿hacia dónde buscan dirigir ahora el enfoque de las empresas?

Queremos que piensen a largo plazo, que el fin del quehacer empresarial es ser sostenible en el tiempo, ser sostenible económicamente, pero también esa sostenibilidad requiere de asumir responsabilidades ambientales y sociales, y poder manejar impactos ambientales y sociales de una forma más positiva posible. El cambio de nombre de “Semana de la RSE”, a “Semana de la RSE y Sostenibilidad” está marcando esa diferencia, porque RSE es un acto responsable, es una serie de actos, pero el fin último es ser sostenible.

 

Perfil

Empresario azucarero

Tomás Regalado Papini está al frente de la Fundación del Azúcar (Fundazucar) desde el año 2010 y ejerce como presidente de la junta directiva de Hidroexpo desde 2004, como secretario de junta directiva en la Compañía Azucarera Salvadoreña (CASSA) desde 2010 y como director ejecutivo de la empresa REGPA. Antes de asumir su cargo como presidente de Fundemas, en 2016, fue secretario pro témpore desde el año 2009 y ha sido representante diplomático del país ante la Organización de las Naciones Unidas (ONU). En su formación, cuenta con una maestría ejecutiva en Administración de Empresas de la Pontificia Universidad Católica de Chile. Es padre de tres hijos.