Han llegado los primeros 100 días de Gobierno, un periodo que tradicionalmente se usa para medir simbólicamente el inicio de una gestión, en este caso la del presidente Nayib Bukele, quien ha iniciado con un apoyo mayoritario de la población y con muchas expectativas de cambio.

En este periodo se valora mucho las mejoras en la seguridad pública y la reducción de homicidios lograda por la administración Bukele. Es un sendero difícil para avanzar, las pandillas son un enemigo complejo que hay que combatir con fuerza.

El nuevo Gobierno también ha construido puentes con el sector privado y muestra un clima de negocios más positivo que puede atraer mayor inversión nacional y extranjera, que redunde en el crecimiento económico y la prosperidad de todos.

Hay que aplaudir las señales positivas que han llevado a recuperar la relación privilegiada con los Estados Unidos y el alejamiento de regimenes totalitarios como los de Venezuela y Nicaragua.

Como sociedad, hay que reconocer las medidas que nos lleven al desarrollo, la paz y la prosperidad, hay que dejar atrás aquellas posiciones destructivas y polarizantes que en las últimas décadas paralizaron el país. El camino es largo y sin duda, habrá desaciertos y fallas, y las criticaremos oportunamente, pero es momento de hacer balance positivo.