Supuestamente las primeras acciones del nuevo presidente pretenden ordenar o “limpiar” la casa para ajustarla a la ejecución de sus proyectos, ya sea para el desarrollo del país y facilitar los procesos administrativos, incluyendo los ahorros necesarios “para que alcance” a concluir sus aspiraciones previstas mientras dure su gestión, basado en las disposiciones legales y laborales, sería lo que por lógica y con buenas intenciones tiene que saber hacer cada gobernante al comenzar su mandato.

Esta es una presunción de acuerdo a mi propio criterio, lo que me lleva a pensar, en lo referente a la situación actual contiene tinte político, en cuanto a su difusión, pero lo que interesa a la ciudadanía es que se cumplan los objetivos previstos, en algunos casos con satisfacción ya se está apreciando resultados, comentando sobre una función en el área migratoria, con declaraciones de turista norteamericano que exteriorizó su experiencia y opinión, dado que no es la primera vez que llega al país, haciendo la comparación en los trámites de ingreso por la vía aérea, reducción de tiempo en el trámite a cinco minutos, por lo que felicitó al presidente y al director de Migración.

Se da por sentado que el personal actuante en cada proyecto debe ser calificado o debidamente instruido, falla que ha existido en la mayoría de la administración pública, y para cumplir las proyecciones establecidas se requiere de una estructura administrativa adecuada que sería programada previamente para cada etapa del proceso, a lo que llamaremos un proyecto administrativo.

Por lo anterior, quienes dirigen las actividades respectivas tienen que contar con las iniciativas que les permitan extender sus investigaciones de explotación de los recursos naturales del país, desde el contenido de cada zona territorial que comprenda el subsuelo, minerales, agua, petróleo o cualquier otro material potencialmente a desarrollar, o en su superficie las clases de plantas con propiedades especiales alimenticias, medicinales, frutales, como materias primas, materiales para procesos industriales o artesanales, dejando perder lo básico que genera trabajo en el área agrícola, turismo, industrial y comercial, incluyendo el recurso humano con capacidades especiales para el arte, que utilizan desperdicios de materiales para elaborar objetos decorativos de mucho valor interno y en el exterior, así como dibujo y otros que por ahora no se les da importancia.

Desafortunadamente la dependencia creada para la promoción de las inversiones, prioriza grandes empresas extranjeras de cualquier tipo, sin importar el desarrollo del país, únicamente que puedan generar trabajo, aunque que sólo sean 500 personas, pagar el local fabril y el transporte, buscan ventajas tributarias y pagar mano de obra barata, es lo básico para estas empresas, luego regresan la producción a la región de origen del inversor, para surtir su demanda, menos en El Salvador.

La función principal debería ser buscar los recursos naturales y humanos a explotar y realizar estudios de factibilidad técnico financiero que demuestre las ventajas económicas que representen al interesado lo que puede ganar y lo motive a realizar determinada empresa que ofrezca rentabilidad, en tal sentido serían muchos los empresarios salvadoreños, no importa que en menor cantidad, pero habrán más empresas que ofrecerán mayor trabajo, mejor remunerados y de ser apoyados, hará desarrollar esta querida nación.