Un hombre vota en las elecciones federales de este domingo en Berlín Alemania. Foto: JAN ZAPPNER / AFP


Los socialdemócratas alemanes lideraban, por poco, las legislativas de este domingo, que marcaban el fin de la era Merkel, pero el país se prepara para un largo periodo de incertidumbre sobre la sucesión de la canciller.

Liderados por el ministro de Finanzas y vicecanciller saliente Olaf Scholz, los socialdemócratas del SPD recabarían entre el 25,7% y el 26% de los votos, mientras que la alianza conservadora de la Unión Cristiano-Demócrata (CDU) de Angela Merkel y su aliado bávaro, la CSU, encabezada por Armin Laschet, obtendría alrededor del 24,5% de los sufragios, según las estimaciones publicadas por las cadenas de televisión.

Scholz afirmó que se trataba de un "gran éxito" y afirmó que "muchos ciudadanos [...] quieren un cambio de gobierno" y que él sea "el próximo canciller".

Pero los conservadores, pese a su resultado "decepcionante", también prevén formar el próximo gobierno, advirtió no obstante Armin Laschet.

"Haremos cuanto podamos para construir un gobierno dirigido por la Unión" CDU-CSU, aseguró el candidato democristiano.

Los comicios arrojaban resultados muy repartidos, por lo que ambas formaciones mayoritarias necesitarán el apoyo de otros dos partidos para lograr una coalición con peso suficiente para gobernar. Esto no había sucedido desde los años 1950.

Parálisis


Además, esta competición podría sumir a la primera economía europea en un largo periodo de parálisis política mientras duren las negociaciones entre partidos.

Tanto Olaf Scholz como Armin Laschet afirmaron que desean que las negociaciones terminen "antes de Navidad". No obstante, tras las últimas elecciones, en 2017, se necesitaron más de seis meses para alcanzar un acuerdo y formar la actual gran coalición de conservadores y socialdemócratas.

Para los democristianos, las "pérdidas son amargas", admitió Paul Ziemak, número dos de la CDU. Su partido nunca había caído por debajo del 30% de los votos. En 2017, recabó el 32,8%.

En cualquier caso, los resultados que se van perfilando en Alemania presentan un renacimiento inesperado del partido socialdemócrata, dado por moribundo hace tan solo unos meses. Los resultados de las encuestas fueron recibidos con alegría en la sede berlinesa de la formación.