Habitantes del cantón Las Granadillas observan, desde el borde de la quebrada donde pasó la correntada. / Juan Carlos Vásquez


Un estruendo a las 4:40 de la mañana de ayer despertó a los vecinos del cantón Las Granadillas, una correntada de agua que bajaba de las faldas del Boquerón iba arrasando con todo lo que encontraba a su paso.

La casa de la familia Renderos, en donde vivían cuatro adultos y tres niños, fue la primera destruida completamente, dos miembros de ese núcleo familiar fueron arrastrados 4 kilómetros abajo y 1 menor quedó bajo los escombros, 2 adultos y 2 niños sobrevivieron.

José Remberto Renderos, de 16 años, José Antonio Renderos, de 28, y su compañera de vida Marisel Rodríguez, de 25, fallecieron. “Se escuchó gran estruendo y, cuando nos levantamos, vimos la repunta y la mala noticia que mis primos estaban bajo los escombros, mis primos mayores no los encontrábamos y estaban varios kilómetros abajo, esta situación es increíble, nunca habíamos visto algo así acá” contó William García, su casa quedó casi suspendida en la lava que dejó la correntada.



Angustia y desesperación. Mucha gente corría de un lugar a otro, todavía no había amanecido. “Aquí todos estábamos aterrados, en realidad toda la gente se preguntaba cómo había pasado esto, Óscar y su compañera desaparecieron, todo mundo les gritaba para ver si habían quedado prendidos en algún matorral o árbol, pero nada, al final nos resignamos ir a buscarlos lava abajo con la esperanza de encontrarlos, pero con tan mala suerte dimos con ellos, estaban muertos”, relató Carlos García.

Marvin Fermán, miembro de la directiva comunal de Las Granadillas, contó que minutos después comenzaron a buscar entre los escombros de la casa a toda la familia y rescataron a tres menores, uno murió cuando era trasladado al hospital. Lograron sacar a dos adultos, pero no hallaron a José Antonio y su compañera. Hallaron sus cadáveres a unos cuatro kilómetros.

Una docena de familias salió afectada. / Juan Carlos Vásquez


“Se hizo un deslave que venía de todos los cafetales del volcán y arrasó con toda la vivienda de la familia Renderos, traía piedras y árboles” explicó Fermán. Otras dos casas fueron destruidas completamente pero las familias lograron salir antes que pasara el repunte de la correntada.

En Las Granadillas, entre siete y 12 familias han resultado afectadas directamente y las han trasladado a un albergue, otras personas que residen cerca también han sido evacuadas.

Entre toda la comunidad se habían organizado ayer tarde para llevar alimentación a las personas afectadas. La casa de María Elba García Urrutia quedó a pocos metros del deslave, pero ya no podrá seguir viviendo ahí. Se mantendrá junto a sus tres familiares en el albergue habilitado.

 

En este lugar se encontraba la vivienda de la familia Renderos. Libretas escolares, entre los restos. / Juan Carlos Vásquez