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El presidente Mauricio Macri celebró este sábado en el centro de Buenos Aires, su bastión histórico, una enorme manifestación que le sirve como golpe de efecto frente a los sombríos pronósticos de los sondeos a ocho días de las elecciones en Argentina.

El liberal Macri busca un segundo mandato en los comicios generales del domingo 27 para los que el peronista de centroizquierda Alberto Fernández llega como holgado favorito en todas las encuestas.

"Vamos a dar vuelta a la elección y al futuro de Argentina. Necesitamos que nos acompañen a construir la Argentina que soñamos", clamó desde la tarima un entusiasta Macri, acompañado por su compañero de fórmula Miguel Angel Pichetto y por su esposa Juliana Awada.

Decenas de miles de personas colmaron los alrededores del Obelisco en la avenida 9 de Julio, la más grande de Buenos Aires, con banderas argentinas y gritando la consigna "Sí, se puede".

Grupos de emigrantes y refugiados venezolanos también se acercaron a la manifestación con sus banderas. En su discurso, Macri los saludó y sostuvo que "defienden nuestros mismos valores de respeto y libertad, que lamentablemente en su país perdieron".

Enmarcado por una recesión de más de un año y una inflación indomable, el mandatario busca entusiasmar a los votantes tras las primarias del 11 de agosto, cuando Alberto Fernández, que comparte fórmula con la expresidenta Cristina Kirchner, lo superó en 17 puntos y se posicionó como favorito para las elecciones.

"Este acto tiene un efecto simbólico de tipo identitario pero no creo que agregue volumen electoral. Ellos siempre apelaron al votante individual, virtual. Ahora buscan hacerlo visible desde lo colectivo, esto es un cambio", analizó Diego Reynoso, profesor de la Universidad de San Andrés (Udesa).

Según sondeos realizados por esa Universidad y publicados el 10 de octubre, Fernández se impondría a Macri por 51% contra 34%, comentó a la AFP.

El presidente cerrará la campaña el jueves próximo en Córdoba, otro sitio que le es afín. Fue justamente en esa provincia donde consiguió 72% de votos en 2015, lo que inclinó la balanza a su favor en el balotaje cuando derrotó al peronista Daniel Scioli por 51,33% contra 48,66%.