La decisión, confirmada por el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ), había sido anunciada poco antes en Ginebra por la propia Bachelet, que visitó Caracas entre el 19 y el 21 de junio y pudo comprobar de primera mano el grave deterioro de los derechos bajo el régimen chavista.
La alta comisionada de Naciones Unidas trasladó una diplomática felicitación a Maduro. En su opinión, la medida “muestra un nuevo compromiso de las autoridades venezolanas con la resolución de los múltiples desafíos en materia de derechos humanos que enfrenta el país”.
A estas dos liberaciones se suman las de un grupo de presos con menor perfil público, en su mayoría líderes estudiantiles un colectivo que lleva años protestando contra el régimen. Según Bachelet, se trata de un primer paso.
“Las bienvenidas liberaciones de 62 detenidos (que se produjeron el mes pasado) junto con 22 más, incluidos el periodista Braulio Jatar y la juez Lourdes Afiuni, y la aceptación de las autoridades de dos de mis oficiales de Derechos Humanos en el país significan el inicio de un compromiso positivo”, manifestó la expresidenta de Chile.
Su informe, demoledor, dibuja un deterioro imparable de la democracia en Venezuela. El gobierno de Maduro lo rechazó presentando 70 alegaciones.
El líder opositor, Juan Guaidó, llamó a una protesta en el marco de la celebración del día de la Independencia. / AFP
“No se rindan”
Encabezando una nueva protesta, el líder opositor Juan Guaidó llamó ayer a “seguir en las calles” para exigir la salida del poder del presidente Nicolás Maduro, quien se escudó nuevamente en la lealtad de la cúpula de la Fuerza Armada.
“No se rindan. ¡Lo vamos a lograr!”, clamó Guaidó, jefe del Parlamento venezolano, pidiendo a los manifestantes no “desmayar”.
La manifestación, en rechazo a “violaciones de derechos humanos”, coincidió con las tradicionales celebraciones del 5 de julio, día de la declaración de Independencia del país caribeño.
Por su parte, Maduro anunció ayer que el próximo 24 de julio se harán ejercicios militares en la frontera para “poner a prueba” planes de defensa nacional, entre “llamados a intervención y guerra”. Aclaró que la actividad busca “mantener aceitada” la “maquinaria” de la Fuerza Armada para lograr la paz.