Líderes de la oposición venezolana denunciaron ayer que el régimen del presidente Nicolás Maduro, estaba sobornando a diputados de la oposición para tratar de evitar que el presidente interino, Juan Guaidó, continúe ejerciendo la presidencia de la Asamblea Nacional y debilitar así su fuerza política.


El director nacional del partido de Guaidó, Voluntad Popular, Yon Goicoechea, dijo que tiene pruebas de que el régimen de Maduro estaba ofreciendo dinero a diputados de la oposición con este fin.


Según Goicoechea, a algunos integrantes de la oposición se les ha ofrecido hasta un millón de dólares para votar por alguien más que Guaidó durante la venidera elección de presidente de la Asamblea Nacional, el próximo 5 de enero.


Según publicá el diario estadounidense El Nuevo Herald, es la presidencia de Guaidó en la Asamblea Nacional lo que le otorga la facultad constitucional de asumir legítimamente la presidencia interina de Venezuela, y ahí está fijado el objetivo de Maduro para destituirlo.


Según Goicoechea, la destitución de Juan Guaidó como presidente del parlamento venezolano pondría en peligro la coalición internacional que hoy enfrenta a Maduro.


“Eso le convendría solo a la dictadura, porque sería muy complejo que los 60 países que reconocen al gobierno legítimo, reconozcan a otro político. Guaidó le ha hecho más daño a la dictadura durante los últimos meses que cualquier otro actor político de años anteriores”, manifestó el dirigente al Herald.


Goicoechea se comprometió a presentar pruebas sobre los intentos de sobornos en los próximos días.


Según el diario de Miami, pese a las maniobras del chavismo, la posición de Guaidó hasta el momento luce segura.


Los cuatro principales partidos políticos no tienen planes de darle la espalda de producirse una votación en enero, dijo un influyente miembro del partido Primero Justicia (PJ) que habló bajo condición de anonimato, y reiteró que “hay un acuerdo para reelegir a Guaidó en enero”.


Pompeo defiende moderación militar de EEUU en Venezuela


El secretario de Estado, Mike Pompeo, dejó claro ayer que EE.UU. no planea una intervención militar en Venezuela, aunque aseguró que Nicolás Maduro dejará pronto el gobierno, en un discurso en el que se refirió a América Latina como “patio trasero” del país.


“Hemos aprendido por la historia que los riesgos de usar la fuerza militar son significativos, por lo que hemos trabajado para privar a Maduro y a sus compinches de los ingresos del petróleo que deberían ser para el pueblo venezolano”, dijo Pompeo.


El jefe de la diplomacia afirmó que está seguro de que el gobierno de Maduro va a caer, y comparó su situación a la del dictador rumano Nicolae Ceausescu, que en julio de 1989 dijo que el capitalismo nunca llegaría a su país y que antes del final de ese año murió ejecutado, tras ser derrocado.


“El fin de Maduro se acerca también. Solamente no sabemos qué día”, dijo.