La Sociedad Nacional de Geografía de los Estados Unidos (National Geographic Society) ha publicado en su revista de marzo el penetrante artículo “Sin Salida- No Way Out”, que puntualiza cómo “las pandillas y la pobreza está fracturando El Salvador, y cómo los cambios migratorios emprendidos por Trump podrían enviar a miles de salvadoreños de vuelta al caos”.
La National Geographic Society fue fundada en 1888, cuenta con miles de miembros en todo el mundo, sus publicaciones y documentales son altamente influyentes porque están dirigidos a formadores de opinión y tomadores de decisiones en los círculos políticos, académicos y empresariales de Estados Unidos y del mundo; cuenta con un respetado canal de televisión, y su revista mensual es recibida como un manjar intelectual por sus lectores. Justamente al artículo sobre las pandillas y la pobreza en nuestro país lo acompaña uno muy impresionante sobre la búsqueda de vida en el espacio y otros artículos sobre acceso y calidad del agua, insectos arbóreos, paisajes de la isla de Borneo y fotos de rituales espirituales de rebelión en las américas.
El alto contraste de los temas citados se explica por lo penetrante de la tragedia que vive nuestro país desde hace muchos años, el artículo sobre El Salvador comienza por describir la frustración de un deportado que después de cinco años de su llegada a Estados Unidos es apresado por manejar sin licencia de conducir y el impacto del retorno a nuestro país, por eso mantiene su determinación de regresar otra vez ilegalmente a Estados Unidos tan pronto como pueda.
El autor explica el origen de las pandillas MS y 18 en Los Ángeles durante la década de los 80 y la angustia de los 200,000 salvadoreños con TPS cuya situación es incierta. Describe el hacinamiento en nuestras cárceles, la odisea de las caravanas y su visita a la Villa de El Mozote en Morazán, la cual simboliza el origen de la ola de violencia que comenzó con la guerra civil por la impunidad de las atrocidades que allí se cometieron.
El artículo examina la vida llena de violencia y extorsión en las zonas urbanas, la fallida tregua del gobierno de Mauricio Funes y algunos esfuerzos que hacen iglesias evangélicas para rescatar a miembros arrepentidos de pandillas.
Acompañando fotografías de vecindarios pobres y de personas asesinadas aparece un mapa de El Salvador que registra con puntos rojos los 4000 homicidios cometidos en el año 2017, la densidad de los puntos es tan intensa que se vuelven una mancha roja que cubre casi todo el mapa, representando un macabro mensaje sobre la tragedia continua que vivimos y una razón fundamental del por qué cientos de compatriotas abandonan cada día el país.
Ese terror, como sabemos, golpea la economía del país, reduciendo las oportunidades de trabajo, otra de las razones para la emigración.
El artículo concluye narrando el trabajo de un criminólogo forense de nombre Israel Ticas que se autonombra el “abogado de los muertos”, pues su experticia contribuye a la identificación de víctimas y las causas de su muerte. En varias fotografías, Ticas muestra esqueletos y cráneos de víctimas. Señala que en 2017 fueron asesinadas 468 mujeres, una cada 19 horas.
Muchos de nosotros nos hemos acostumbrado a lo anterior, por eso es útil que alguien como el autor del artículo venga de fuera a hacer una anatomía de nuestra tragedia; solamente hay que agregar que sus causas principales son la corrupción e incapacidad acentuada de los gobiernos de los últimos 30 años, esperamos que dentro de cinco años no tengamos que decir “devuelvan lo robado” y “más de lo mismo”.