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El legendario exfutbolista Diego Maradona, de 59 años, fue recibido este jueves en la Casa Rosada con algarabía por el presidente argentino Alberto Fernández, a quien le entregó un proyecto solidario para llevar el popular deporte a los barrios más carenciados.

El "10" histórico presentó un plan que busca recuperar los "potreros", como se llama en Argentina a los espacios improvisados para jugar al fútbol, y de donde surgieron decenas de deportistas que se transformaron en profesionales.

Tras el encuentro, un Maradona con saco azul y camisa celeste se asomó al balcón de la casa de gobierno con los brazos en alto y saludó a centenares de transeúntes y turistas que esperaban expectantes al trascender su presencia en el lugar.

"¡No vuelven más!", gritó, en alusión al gobierno del expresidente liberal Mauricio Macri, el exjugador, un declarado amigo de los fallecidos exmandatarios izquierdistas Fidel Castro (de Cuba) y Hugo Chávez (de Venezuela).

En ese mismo balcón, el entonces capitán de la selección argentina de fútbol había sido aclamado junto al equipo cuando alzó la copa que venía de conquistar en la cita mundialista de México-1986.

Al encontrarse, Fernández y Maradona se fundieron en un fuerte abrazo, según las imágenes que el propio mandatario subió a su cuenta de Instagram.