Los ríos del país además padecen una contaminación severa. / DEM


El Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales (MARN) informó ayer que habrá un déficit de agua entre el 45 y 60 % en todos los ríos del territorio nacional y la disminución será más severa en los meses de mayo a julio.

Según las Perspectivas Hidrológicas que presentó el MARN, en la zona central, en el departamento de La Libertad, prevén disminuciones hasta un 50 % en los ríos Huiza, Chilama y Amayo. Mientras que en el oriente del país habrá reducción de agua en un 60 % en los ríos Goascorán de La Unión; Torola de Morazán; Grande de San Miguel y los ríos El Molino y El Cacao de Usulután.

En la zona occidental, Medio Ambiente prevé déficit del 45 % en los caudales de Angue, San José y Ostúa, del municipio de Metapán, de Santa Ana. Celina Kattan, directora general del Observatorio Ambiental del MARN, explicó que las principales condiciones hidrológicas causantes de las reducciones del vital líquido en ríos, fueron la caída de lluvia irregular (cayeron en el tiempo no adecuado) y largos periodos de sequías que vienen desde 2012 hasta el 2018.

“Desde el año 2012 hasta este último 2018, donde hemos estado condicionados por sequías más severas, y en el periodo de mayo 2018 hasta marzo 2019 tenemos registrado reducciones en los caudales en la zona oriental de hasta el 90 %”, dijo Kattan.

Hasta marzo de este 2019, los ríos con mayor déficit de agua son: el Grande de San Miguel que tiene un 66 % de reducción, le sigue el río Torola con 63 % y Goascorán con un 62 %, todos de la zona oriental del país.

La directora del Observatorio Ambiental señaló que el nivel de agua subterránea no se ha logrado recuperar y progresivamente registra un descenso de sus niveles en los mantos acuíferos.

En San Miguel, desde el 2013 hasta este año, el MARN reportó que en la zona acuífera hay un descenso del vital líquido de 4.14 metros y en los mismos años, en la zonas acuíferas de San Agustín y San Francisco Javier, hay disminución de 4.4 metros de agua; y la zona acuífera del área metropolitana de San Salvador, entre 2012 y 2019 el MARN ha registrado un descenso de hasta 4.23 metros.

La titular de Medio Ambiente, Lina Pohl, aseveró que dicha tendencia a la disminución del agua subterránea podría relacionarse al cambio climático, debido a que las lluvias no lograron infiltrarse en los mantos acuíferos, además de que llueve con menor frecuencia.

Pohl dijo que el país no está en una crisis extrema pero aseguró que “debemos dejar de capturar los acuíferos de agua todo el tiempo; deben ser para emergencias, debemos aprovechar los cuerpos de agua superficiales, ríos lagos, lagunas”.

Las perspectivas hidrológicas se fundamentaron en los resultados del LVIII Foro del Clima de América Central, la semana pasada. Entre los impactos a corto y mediano plazo que se pueden esperar están la disminución de caudales y manantiales, incremento de erosión por la ocurrencia de lluvias intensas entre otros.