La mayoría de trabajadores en áreas de alta exposición al covid-19 no se detuvieron durante el confinamiento. /DEM

Al menos 117,951 salvadoreños desempeñan un trabajo que les expone en mayor medida al contagio, padecimiento o fallecimiento por covid-19, destaca un análisis socioeconómico de la Universidad Centroamericana José Simeón Cañas (UCA).


El Salvador implementó una serie de cuarentenas obligatorias que dejaron casi paralizado el aparato productivo por cinco meses y solo operaron los sectores considerados esenciales para responder a la pandemia, incluyendo a trabajadores de primera línea, seguridad o de rubros de producción alimentaria y farmacéutica.


Por cómo se estructura la actividad económica de El Salvador, hay rubros que exponen más a sus trabajadores a contagios del covid-19 como el de atención a salud o servicios de seguridad.


La investigación de la UCA indica que el rubro con más exposición a contagios es actividades de seguridad del sector público y privado, con 60,446 personas.


Le sigue el rubro de restaurantes y servicios móviles de comida con 26,065 trabajadores, 19,328 corresponden a actividades de hospitales tanto públicos como privados, y 15,841 personas que se encuentran en la red de hospitales públicos.











La UCA hizo hincapié que las estadísticas no contabilizan el mayor riesgo de contagios por índole de ocupación, dificultad para transporte, y carga de trabajo en el hogar.



Además, hay 10,003 trabajadores mujeres partes del personal de hospitales públicos y 12,112 salvadoreños que se desempeñan al por menor de productos farmacéuticos.


“Muchas de estas personas no han cesado su actividad ni durante el período de medidas más restrictivas de la emergencia nacional”, destaca el análisis de la UCA presentado la semana pasada.



La vida se volvió más cara.


Saira Barrera, directora del análisis, destacó que a par de una caída de los ingresos de las familias salvadoreñas también se sufrió un incremento en el costo de la Canasta Básica Alimentaria.


“Para ilustrar la situación, estamos hablando de personas que estaban recibiendo la mitad de su salario, por ejemplo, de la maquila, y tenían que comprar una canasta básica que en mayo era $10 más cara. Implicó dificultades económicas para los hogares”, indicó la experta.


Durante el confinamiento, las empresas comenzaron a despedir, suspender contratos o reducir salarios. Con datos del Instituto del Instituto Salvadoreño del Seguro Social (ISSS), la institución académica destaca que a mayo de 2020 el salario nominal mensual promedio del sector privado se redujo $66.77, equivalente 12 % menos que el mismo mes del año anterior.


Esa reducción parte de sectores con gran peso en la economía como la maquila textil y confección, actividades de restaurantes y servicios móviles de comida, y actividades de seguridad privada.


Mientras los ingresos caían, el costo de la Canasta Básica Alimentaria pasó de $214.8 en mayo de 2019 a $225.6 en el mismo mes de 2020, un incremento de $10.8.