AFP

Los secuestros y la tortura aumentaron para las personas migrantes que cruzan México en el mes de septiembre, denunció ayer la organización Médicos sin Fronteras (MSF), según dio a conocer La Opinión de Los Ángeles.


En un comunicado, la organización indicó que durante septiembre sus médicos brindaron atención a 11 migrantes víctimas de secuestro y tortura, una cifra que, en solo un mes, iguala a los atendidos durante los primeros ocho meses del año.


“Lo que estamos viendo es un crecimiento exponencial de los secuestros en esta área y un aumento en la crueldad y los métodos de tortura que emplean los grupos delictivos que operan en esta zona”, menciona Gemma Pomares, responsable de actividades médicas de MSF en Tenosique, Tabasco.


“Los sobrevivientes narraron en consulta médica y psicológica haber sido llevados a casas abandonadas donde fueron obligados a quitarse la ropa, fueron atados con lazos durante horas, expuestos a la intemperie a altas temperaturas y bajo las inclemencias del tiempo a cambio de que proporcionaran los números de teléfono de sus familiares”, aseguró la entidad.


La organización reportó que se atendió a pacientes que habían recibido impactos de armas de fuego, agresiones con armas blancas, agresiones sexuales y torturas como descargas eléctricas en el ano y en los genitales.


MSF denunció también que “las políticas del Gobierno Mexicano basadas en la criminalización, persecución, detención y deportación en aras de contener los flujos migratorios hacia la frontera norte condenan a la población migrante a la clandestinidad y a tomar rutas cada vez más peligrosas”.


Esas medidas, “están exponiendo a más mujeres, niños y hombres a bandas criminales que operan con impunidad a lo largo del territorio mexicano y en particular en la ruta de Guatemala a Tenosique”.



Por su parte, la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) y la Comisión Estatal de los Derechos Humanos de Jalisco (CEDHJ) condenaron actos violentos llevados a cabo recientemente contra un albergue de migrantes y refugiados.


“Indignación y preocupación, por los actos de violencia dados a conocer a estos organismos, en contra del presbítero Alberto Ruiz Pérez y su equipo de colaboración del albergue para migrantes y refugiados El Refugio, ocurridos el pasado 24 de octubre”, dijeron las organizaciones en un comunicado.


Exponen que un grupo de personas armadas irrumpieron en el albergue, amenazaron con armas de fuego, los golpearon y robaron la cantidad de 20.000 pesos (unos $1.046).