La próxima esposa del Príncipe Harry, Megan Markle, va a romper una norma más no escrita en el encorsetado protocolo de la familia real británica y será en la próxima Navidad.

La reina ha invitado a la prometida de su nieto Enrique a pasar la noche buena en Sandringham, algo que hasta ahora era impensable para aquellos antes no hubieran pasado antes por el altar. Incluso, Kate Middleton esperó hasta contraer matrimonio con Guillermo para acudir a esta cita.

Según el diario Times, Enrique le ha pedido a su abuela que este año haga una excepción con Meghan y esta ha accedido.

Con esta invitación Meghan Markle podrá asistir, por ejemplo, a la retransmisión del tradicional discurso de Navidad de la reina y a la misa en la parroquia de Sandringham, la única aparición pública de la familia real durante las fiestas.