AFP


La cancillería mexicana dijo este miércoles que un incidente denunciado por el presidente Donald Trump, en que soldados mexicanos desarmaron a tropas estadounidenses en la frontera binacional, se trató de una situación habitual en la zona sobre la que autoridades de ambos países mantuvieron contacto "directo y oportuno".

"Este tipo de incidentes es común, toda vez que se trata de una verificación de patrullaje ordinario, sin consecuencias para ambos gobiernos, quienes mantienen comunicación permanente y fluida", dijo la institución en un comunicado.

El canciller Marcelo Ebrard dijo a la prensa que en los últimos cuatro años se han registrado alrededor de 18 episodios similares sin que Estados Unidos ni México le hubieran "otorgado mayor trascendencia".

En un tuit divulgado este miércoles, Trump afirmó que "recientemente" soldados mexicanos desarmaron a elementos de la Guardia Nacional de su país en lo que, según él, sería una táctica de desviación para traficantes de droga en la frontera.

"¡Más vale que no vuelva a ocurrir! Ahora estamos enviando SOLDADOS ARMADOS a la frontera", añadió Trump en el tuit, en el que también acusó a México de no hacer lo suficiente para detener la migración clandestina y devolverla a sus países de origen.

Aunque Trump no dejó claro el lugar ni la fecha del hecho denunciado, la Cancillería mexicana confirmó que ocurrió el pasado 13 de abril.

Detalló que en esa fecha, en un barrio de la fronteriza Ciudad Juárez, estado de Chihuahua (norte), un grupo de militares se encontró con dos soldados estadounidenses que realizaban operaciones en un vehículo sin identificación que se hallaba al sur de la valla fronteriza, dentro de territorio de Estados Unidos.

El hecho ocurrió "en una zona en la que los límites de la frontera no resultan claros por su geografía", reconoció la cancillería.

"Tras la investigación correspondiente, se determinó que el vehículo de los militares de ese país se colocara al norte de la valla fronteriza para evitar confusiones", agrega el comunicado.

Horas antes, el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, dijo que su gobierno analizaría el incidente y evitó entrar en una escalada verbal con su homólogo estadounidense.