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El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, negó que sus fuerzas armadas tengan la orden de detener a migrantes que estén cruzando la frontera hacia Estados Unidos, pero el jefe del ejército lo contradice y expertos aseguran que hace el "trabajo sucio" de Washington.

"No existe ninguna orden en ese sentido (...) no es nuestra función" la de detener a migrantes cruzando la frontera estadounidense, dijo este martes el mandatario izquierdista.

El fin de semana, una fotógrafa de AFP capturó el momento en que dos mujeres y una niña fueron detenidas a forcejeos por miembros fuertemente armados de la Guardia Nacional, mientras intentaban cruzar el Río Bravo desde la mexicana Ciudad Juárez para llegar a la estadounidense El Paso.

La imagen causó indignación y encendidas críticas, que aseguran que la detención de estos migrantes por parte de autoridades mexicanas constituye un muro invisible, en alusión a la amenaza del presidente estadounidense Donald Trump de hacer pagar a México por una nueva muralla fronteriza que frene la migración.

"Que México evite que los migrantes crucen a Estados Unidos es hacerle la labor" a Washington, estima Vicente Sánchez, profesor investigador del Colegio de la Frontera Norte, con sede en la limítrofe Tijuana.

"México está haciendo el trabajo sucio", subrayó.

Pero para López Obrador "no es así (...) Si se dieron estos casos (de detenciones al ras de la frontera) no es esa la instrucción que tienen (los uniformados)".

Sin embargo, las declaraciones del mandatario contradicen las del secretario de Defensa Nacional, Luis Cresencio Sandoval, quien fue consultado el lunes sobre si, además de interceptar migrantes durante su trayecto por territorio mexicano, los uniformados también procederían a detenerlos cuando intentaran cruzar la frontera con Estados Unidos. El jefe militar respondió que "sí".

Un uniformado entrevistado bajo el anonimato por la AFP confirmó la versión de Sandoval. "Cuando vieron la foto nos dijeron que no podemos tocar a la gente, pero también nos ordenan que los detengamos y demos resultados", aseguró este miembro de la Guardia Nacional desplegado en Ciudad Juárez.

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- Una "improvisación" -

La injerencia en migración de la Guardia Nacional, creada recientemente y cuyo propósito era combatir el crimen organizado, ha sido duramente criticada, pues se trata de militares a los que sólo se les ha colocado una insignia de "GN" sin haber recibido la preparación que legalmente deben tener para intervenir en asuntos civiles o migratorios.

"Es una desgracia lo que pasa en términos de política migratoria, la ausencia de plan, es improvisado, no hay estrategia ni orientación", deplora Javier Urbano, profesor investigador en estudios internacionales de la universidad Iberoamericana.

Ante las familias de migrantes centroamericanos que huyen de la violencia y la pobreza en sus países, "la reacción (de la Guardia Nacional) es la de una persona capacitada para enfrentar el crimen organizado", sin formación en derechos humanos o procedimientos administrativos, recalca Urbano.

Para el experto, esta estrategia pone a los migrantes en una situación más vulnerable, pues buscarán "otras zonas de ingreso más peligrosas y alejadas", mientras que "aumentará el rédito del crimen organizado" del tráfico de personas.

Una estremecedora imagen que muestra a un migrante salvadoreño y a su pequeña hija muertos ahogados al borde del Río Bravo fue publicada este martes en diarios mexicanos, mientras la cancillería de Guatemala informó que una mujer y tres menores murieron presuntamente por calor y deshidratación en el desierto fronterizo.

Al llegar a la presidencia, López Obrador defendía la causa de los migrantes y su gobierno anunció un plan de desarrollo en Centroamérica que inhibiría la emigración.

Pero "ese plan quedó desvirtuado. Es una buena intención que todos aplaudimos pero cayó en un vacío", opina Urbano.

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- "Manotazo en la mesa" -

A finales de mayo, Trump amenazó con imponer aranceles a las exportaciones de México si ese país no frenaba el flujo de indocumentados.

El 7 de junio, ambos países alcanzaron un acuerdo para suspender la aplicación de esos gravámenes que estaban fijados para el día 10, y Estados Unidos le dio a México 45 días para tomar medidas contundentes.

Así, México envió cerca de 15.000 soldados y guardias a su frontera con Estados Unidos y unos 6.500 a su frontera con Guatemala, por donde entran los migrantes mayoritariamente originarios de El Salvador, Honduras y Guatemala.

En estos días, el número de migrantes que piden asilo a Estados Unidos desde Ciudad Juárez cayó significativamente. En mayo, el registro promedio al día fue de 100 a 130 personas, mientras que en junio el promedio ha sido de 30 a 40, aseguró a la AFP el coordinador general del Consejo Estatal de Población y Atención a Migrantes, Enrique Valenzuela.

Para Trump, "México ha hecho un trabajo estupendo".

"Tenemos que evitar una confrontación con el gobierno de Estados Unidos", dijo López Obrador este martes.

Urbano estima que "México tendrá que entrar quiera o no a zonza de conflicto".

"Si no damos un manotazo en la mesa, seguiremos siendo presa" de Trump, que "del comercio pasará al tema de seguridad o al financiamiento, pero siempre tendrá un tema para chantajearnos", concluyó.