AFP.


México pidió a Estados Unidos "congelar" el tráfico ilegal de armas procedentes de ese país, utilizadas en 70% de los delitos con arma de fuego cometidos en su territorio, en contraparte por la reducción lograda en los flujos migratorios irregulares, dijo este jueves el canciller mexicano.

El secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard, planteó este objetivo durante una reunión el martes en Washington con el vicepresidente Mike Pence y su homólogo Mike Pompeo, donde evaluaron los resultados del acuerdo bilateral en el que México prometió frenar el éxodo de indocumentados que pasa por su territorio buscando llegar a Estados Unidos, principalmente desde Centroamérica.

"México puso sobre la mesa en esta reunión que el control de tráfico de armas en la frontera para nosotros tiene el mismo rango de prioridad que para ellos tiene el tema de la migración", dijo Ebrard durante la habitual conferencia matutina del presidente Andrés Manuel López Obrador.

Para ello, informó, este lunes se instaló un grupo binacional sobre tráfico de armas donde México participa con siete instituciones, entre ellas las secretarías de Seguridad Pública y Defensa, la fiscalía general y la propia Cancillería.

El gobierno estadounidense determinó también las agencias gubernamentales que participarán en el grupo, que en México estará liderado por el despacho de Seguridad.

Acordaron revisar mensualmente los avances de esta agenda, que incluirá un reporte de cuántas armas de procedencia estadounidense están vinculadas a delitos con arma de fuego en México. De enero a julio, esta cifra llegó a 70%, informó Ebrard.

Añadió que el "objetivo último" de México no es solo reducir el tráfico "sino congelarlo" y que Estados Unidos tiene que "hacer muchísimo más" para conseguirlo.

Sobre la reducción del flujo migratorio que llega a la frontera sur estadounidense, Ebrard detalló que fue del 58,7% desde el pico que tocó en mayo, tras un vasto despliegue militar mexicano para reforzar sus límites norte y sur.

Con la estrategia en curso, estimó que para octubre la migración irregular habrá retomado su promedio histórico de los últimos cinco años.

Entre enero y mayo, la migración indocumentada que llega a la frontera sur estadounidense se disparó casi 150% generando una furiosa reacción del presidente Donald Trump, que amenazó con imponer a México elevados aranceles si no frenaba estos flujos.

El acuerdo de junio fue el salvavidas del que México se aferró para impedir el castigo a sus exportaciones, un 80% de las cuales van a Estados Unidos.

En tanto, López Obrador dijo que dialogó por teléfono el miércoles con Trump "en muy buenos términos". Destacó que no hay "diferencias de fondo y ninguna discrepancia" que lleve a la aplicación de medidas que afecten la economía y el desarrollo de México.