Tanja Faller, es la directora regional del Programa 4E que desarrolla la Agencia Alemana para la Cooperación Internacional (GIZ). Asegura que “su experiencia como mujer trabajando en el sector energía (en El Salvador) ha sido peor que en el mundo árabe”.

Antes que Faller llegara a El Salvador, hace dos años, trabajó en Egipto y en Túnez. Aunque afirma que “todos muy amables”, en El Salvador los puestos claves para la toma de decisión están dominados por hombres.

“Antes trabajé en el mundo árabe y siempre vi muchas mujeres en niveles muy altos, aunque cubiertas, tomando decisiones”, comentó.

La GIZ desarrolla en Centroamérica su programa de energía renovable y eficiencia energética, conocido como 4E. A través de este, la cooperación trata de impulsar la diversidad en los cargos ejecutivos de las empresas de electricidad, pues genera mejores resultados.

“Nosotros hemos tomado un poco el tema de mujeres ejecutivas, creemos que uno de los asuntos que las mujeres no hacemos tanto es de empujarnos sistemáticamente”, indicó la vocera.

“La mujer tiene el mismo rol en el salón VIP y en el ejecutivo por sus mismo logros”, agregó Faller.