De acuerdo a estimaciones de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), 11 millones de niñas en todo el mundo podrían no volver a la escuela después de la crisis de la pandemia del covid-19.

Esta alarmante cifra “no sólo amenaza décadas de progreso hacia la igualdad de género, sino que también pone a las niñas de todo el mundo en riesgo de embarazos adolescentes, matrimonios precoces y forzados, y violencia”, destaca en su publicación en el marco de la conmemoración del Día Internacional de la Niña.

Y es que enfatiza que para muchas niñas, “la escuela es más que una llave para un futuro mejor. Es un salvavidas”.

Desde agosto, UNESCO es parte de una campaña que hace un llamamiento a preservar los logros alcanzados en materia de educación de las niñas, a garantizar la continuidad en el aprendizaje de estas durante el cierre de las escuelas y a promover su reincorporación escolar, de manera segura, cuando las escuelas vuelvan a abrir.

En el caso de El Salvador, Plan International compartió recientemente con representantes del Estado, del cuerpo diplomático, del sector corporativo datos de la situación de los derechos de las niñas. De acuerdo a una consulta realizada por Plan a más de 230 familias, el 19 % expresó que no continuarían con los procesos educativos desde casa y es que el 39% dijo contar con internet inestable. El 27% de familias requiere de recargas constantes y el 8% debe desplazare de su hogar para lograr conectarse.

La organización que trabaja por los derechos de la niñez lanzó su nueva campaña “Conectadas y Seguras” en el marco del Día Nacional e Internacional de la niña, que busca sensibilizar sobre la importancia que las niñas cuenten con acceso a internet,
herramientas tecnológicas, puedan prevenir la violencia en línea y aprendan a hacer un uso adecuado de las nuevas tecnologías.

Plataforma


Este año el Día de la niña marca también el 25 Aniversario de la Plataforma de Acción de Beijing, aprobada en la Cuarta Conferencia Mundial sobre la Mujer, un plan que reivindica un mundo en el que las niñas puedan disfrutar de sus derechos fundamentales.

Cada año, el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) lanza una campaña que cuenta con la participación de las niñas y tiene el objetivo de darles la posibilidad de hablar y defender sus derechos.

Este año, bajo el lema “Mi voz, nuestro futuro en común”, busca aprovechar para “reimaginar un mundo mejor con la inspiración de las niñas adolescentes; un mundo en el que se sientan motivadas y gocen de reconocimiento, en el que se las tenga en cuenta y se invierta en ellas”.

En este año la campaña se centran en las peticiones de:

  • Vivir libres de la violencia por razón de género, de las prácticas nocivas como el matrimonio infantil y la mutilación genital y del VIH.
    Aprender nuevas habilidades para el futuro que ellas elijan.

  • Dirigir una generación de activistas para acelerar el cambio social.


Niñas de todo el mundo están exigiendo una vida libre de violencia basada en género, así como acceso a la salud, al desarrollo de aptitudes, al reconocimiento e inversión como dirigentes del cambio social”, destaca ONU Mujeres en su página web.