El funcionario se reunió con la compañía Delta Properties de Nogales, del Estado de Arizona, con la que se acordó el perfil de la mano de obra que se sumará al programa de trabajo temporal, que diseña el Gobierno salvadoreño con la Embajada de Estados Unidos en el país.
El Ministerio de Trabajo anunció el programa en junio pasado y pretende colocar, en un primer momento, al menos a 1,000 salvadoreños, en trabajos del sector agropecuario. “La máxima proyección es atraer inversión, generar nuevas y mejores oportunidades de empleo en nuestro país y, con esto, reducir el tráfico ilegal de personas”, indicó Castro.
En anteriores declaraciones a la prensa, Castro ha indicado que los trabajadores que apliquen al programa no deben tener parentesco con miembros de pandillas, ni haber sido deportados por las autoridades estadounidenses.
Además, no pueden tener registros de delitos y se debe probar que tienen suficiente arraigo para regresar a El Salvador.
Las empresas estadounidenses, en tanto, deben comprometerse a respetar los derechos laborales de los salvadoreños. Para ello, deben ser acreditadas por el Departamento del Trabajo de Estados Unidos. El parque empresarial del país norteamericano certificado a la fecha, según el MTPS, es de 11,000 compañías.
El programa busca complementar la demanda estadounidense en el sector agropecuario y combatir así los niveles de pobreza y desempleo en la zona rural de El Salvador. El convenio aún no se firma con la Embajada de Estados Unidos, a la espera de definir el perfil del trabajor.