Rafael Varela, creador del mural ubicado en el Aeropuerto Internacional monseñor Óscar Arnulfo Romero.

En las artes plásticas, la inspiración en Romero ha sido tomada por artistas de reconocida trayectoria latinoamericana como lo son: Antonio Bonilla, Isaías Mata, Romeo Galdámez, Augusto Crespín, Rafael Varela, Luis Lazo, Gothy López, Ricardo Clement ellos en la pintura, y el fotógrafo Augusto Vásquez.


En la escultura Romero ha influenciado a Guillermo Perdomo, quien envió una obra a Italia; también el escultor Joaco, que tiene una escultura de monseñor en MacArthur Park, en Los Ángeles, California, Estados Unidos y en la Universidad Autónoma de Honduras, el escultor Alberto Romualdo, entre otros son artistas salvadoreños. El catafalco de monseñor, en la cripta de la Catedral Metropolitana de San Salvador fue elaborado en bronce por el escultor Paolo Borghi. Recientemente el gobierno de El Salvador ha lanzado un sello postal con su imagen.


Romero también está presente en las Embajadas de El Salvador en diversos países del mundo, incluidos Cuba. Estatuas de monseñor Romero encontramos en Estados Unidos, Cuba, Honduras, Nicaragua, Costa Rica, Panamá y Roma, Italia. La abadía de Westminster en el centro de Londres, Inglaterra, develó una estatua de monseñor Romero, junto a nueve mártires más en los nichos, otrora vacíos, del pórtico occidental de la mencionada abadía.




Mural del Centro Internacional de Ferias y Convenciones, Cifco. Antonio Bonilla 2012.

El arte popular también lo ha retomado con justa razón. Lo vemos en llaveros, camisetas, vinchas por ejemplo, y no pueden faltar murales en Copapayo, El Paisnal, Zaragoza, Nejapa, Tecoluca, La Chacara, Soyapango, Suchitoto, San Carlos Lempa, San Bartolomé Perulapía, escuelas de Santa Tecla, la facultad de Jurisprudencia y Ciencias Sociales de la Universidad de El Salvador, por poner un ejemplo, y las estampas populares que pueden adquirirse en el Mercado Central de San Salvador.


Monseñor Óscar Arnulfo Romero nació en Ciudad Barrios el 15 de agosto de 1917 y fue asesinado de un balazo en el corazón en la capilla del hospitalito de la Divina Providencia, el 24 de marzo de 1980. En vida fue el cuarto arzobispo de la Iglesia Católica de San Salvador, orientando su labor a la defensa de los Derechos Humanos en medio del Conflicto Armado, convirtiéndose en la “voz de los sin voz”. Sus padres fueron Santos Romero, de oficio telegrafista y doña Guadalupe Galdámez.


Monseñor Romero fue nominado al Premio Nóbel de la Paz en 1979, a propuesta del Parlamento británico. Sus restos descansan en la Catedral Metropolitana de San Salvador y será canonizado junto al papa Pablo VI por el papa Francisco el 14 de octubre en la basílica de San Pedro en la Ciudad del Vaticano, Roma, Italia.




Mural Museo Nacional de Antropología David, J. Guzmán por Antonio Bonilla.