Moody’s Investors Service mejoró la perspectiva de la calificación de riesgo de El Salvador de “estable” a “positiva”, al considerar que existe menor riesgo de liquidez del Gobierno y mejora en las condiciones para la inversión privada.

La agencia mantuvo la calificación de “B3” que le asignó en febrero de 2018 porque El Salvador aún refleja altos índices de deuda pública junto a una creciente carga de intereses por los compromisos financieros del Gobierno central. “Nuestra opinión es que las instituciones siguen siendo débiles por su baja efectividad en la política fiscal, con relación a la ley de responsabilidad fiscal y su débil estado de derecho”, indicó en un comunicado.

Esta calificación también refleja, indicó Moody’s, la dependencia económica de las remesas y las exportaciones de bajo valor agregado con destino a Estados Unidos. Asimismo, persisten los desafíos en cuanto a la seguridad, así como la “histórica” confrontación política entre el Ejecutivo y la Asamblea Legislativa.

La mejora en la perspectiva entonces responde al “avance significativo” al lograr la aprobación del presupuesto general de 2020 y su respectivo financiamiento a través de deuda. Los riesgos de liquidez ahora son menores, pues se garantiza que el Ejecutivo emita a largo plazo en los mercados financieros en lugar de depender de las Letras del Tesoro (LETES), instrumento considerado como la tarjeta de crédito del Gobierno.

La agencia también encontró un dinamismo más optimista para la inversión privada al reducir trámites burocráticos y reglamentos para mejorar la actividad comercial.

“Estableció una institución dedicada a facilitar la inversión del sector privado, una decisión que denota una actitud en contraste con el enfoque seguido por las administraciones anteriores”, sumó.

 

Un mercado estable

Ayer, la Bolsa de Valores de El Salvador (BVES) también compartió un mensaje de tranquilidad al mercado y descartó afectaciones por la crisis del coronavirus que lastra los índices bursátiles de Estados Unidos y Europa.

Rolando Duarte, presidente de la BVES, aseguró que el mercado bursátil nacional no ha sufrido ningún impacto y, más bien, lo que hay es “contagio de pánico financiero”. “Nuestro sistema financiero es sólido, con mucha liquidez; por lo cual, el mensaje es mantener calma”, indicó.

Duarte explicó que las bolsas de Estados Unidos y Europa corresponden a instrumentos renta variable, acciones como Apple o del petróleo. Por lo tanto, al enfrentarse a crisis como el coronavirus se desploman por la perspectiva del mercado. Sin embargo, el mercado bursátil salvadoreño se centra en renta fija, es decir, en emisión de bonos.

Explicó que al existir este tipo de crisis, los inversionistas de renta variable migran a instrumentos de renta fija. Se traduce en alza del precio de las Letras del Tesoro y bonos de Estados Unidos, y por ese incremento de demanda se ha reducido la tasa de interés.

“Se están haciendo colocaciones perfectamente (en la bolsa nacional). Hay liquidez, no hemos sentido nosotros en ningún momento disminución de nuestras transacciones y eso nos indica que la gente sigue teniendo confianza”, agregó.

 

Claves de la calificación

¿Qué es?

Es un parámetro sobre la estabilidad de la deuda pública del país para los acreedores e inversionistas sobre si existe o no riesgo de un incumplimiento de obligaciones por parte del Gobierno.

 

¿Cómo impacta?

Si un país tiene un perfil crediticio deteriorado, las opciones de financiamiento se restringen, tanto para el sector público como privado. Ante un mayor riesgo soberano, pocos inversionistas están dispuestos a prestar recursos.